Una ciudad para la Selección Española

Una ciudad de la Selección en la que podríamos encontrarnos con el barrio «Iniesta», de lujo y muy céntrica… conectada con toda la ciudad, para que vivan los más afortunados. Estaría cerca de la travesía «Xavi Hernández», que tiene varias rotondas para que si ves que hay un camino más fácil para llegar a la calle «Villa», te des la vuelta y lo intentes por otro camino. La ciudad tendría muy buenos accesos por las autopistas «Pedrito» y «Navas», amplias, con incorporaciones rápidas y precisas. Encontraríamos el barrio más seguro y protegido en la zona «Zagueros», separadas por el barrio «Puyol y Ramos», cerca de los rascacielos, altos y compactos «Gerard Piqué». La ciudad de los campeones debe tener muchas zonas de ocio y fiesta, con las decenas de títulos que han venido y quedan por venir, por eso la zona de bares pasará a llamarse «Pepe Reina», y la discoteca más famosa «Capdevila’s party». Un aeropuerto para traer a todos los futuros títulos con la torre de control «Llorente», para controlarlo todo desde arriba… con casas de apuestas y múltiples sorteos que pasarían a llamarse, «El sorteo del niño, Torres»… y cerrando con una aduana en la urbanización «Casillas», donde no se cuela ni uno… Gracias chicos, gracias. Alo Anguita Martínez. Málaga

Sin valores no hay futuro

El presente, el hoy y el ahora son situaciones que habría que mimar.

Si buscamos el bienestar y los avances que la ciencia pone al servicio del hombre, así, solo así, se mantiene el equilibrio de la sensatez, que aplicada a esa capacidad que proviene de los talentos recibidos, saldrá el fruto esperado.

De ahí el afán de vivir un presente con futuro que irradie estela de orientación para hacer una convivencia sin enfrentamiento y buscar el bien común.

Hay muchos boom lanzados por ahí: la ley del aborto, la falta de disciplina, la carencia de educación, la poca estima de la intimidad de las personas, etc.…, y si esto no se corrige, trascenderá, como de hecho está ocurriendo, sin límites. ¿Qué futuro estamos creando?

Si no cortamos las alas de tanta imposición, (sí, imposición, que es lo que más suena en el oído de cada uno), se nos terminará arrinconando y se estará creando un estilo de vida dirigida a no luchar. Y así, «sin valores, no hay futuro». Habría quizás una solución, rectificar, que aún estamos a tiempo. Inés Robledo Aguirre. Málaga