Cuando todavía los partidos serios debaten en el Congreso propuestas, y las rechazan, sobre la recuperación de lo perdido por el Estatuto, llega Laporta y propone declarar la independencia por las bravas.

Aprovechando la ola del malestar justificado de la ciudadanía catalana, su popularidad como ex presidente del Barcelona (conviene recordar el fundamental papel de los jugadores de este club en la selección que ha logrado el triunfo en el Mundial), pretende encabezar una coalición de partidos nacionalistas que declaren la independencia de Cataluña en el Parlament con el loable propósito de que así todos serán más ricos.

Para semejante viaje sideral pretende contar con CiU, a quien todos los sondeos dan como ganadora de los próximos comicios, ICV y ERC. Como parece que tiene prisa, les propone realizar la proclamación al día siguiente de las elecciones de otoño.

Hombre seguro de si mismo, Joan Laporta se ha mostrado esperanzado en conseguir la unidad. Para ello, y para evitar roces, ha dejado claro que no luchará por encabezar la candidatura unitaria. O sea, podría dejar el puesto a Artur Mas, por poner un ejemplo. De momento, no sintiéndose aludidos por esta muestra de generosidad, las formaciones citadas han dado la callada por respuesta. Aún así, el ex presidente del Barcelona no renuncia a sus planes y se presentará a las elecciones junto con Reagrupament, una escisión de ERC.

Lo más curioso del acto en el que realizó su pintoresca oferta programática fueron los dos compañeros de viaje. Uno de ellos, Uriel Bertran, es diputado de ERC en el Parlament y, pese a que se distanció de su formación por el tema de la independencia, no piensa dejar el escaño. ¡Vaya socios de gobierno que tiene Montilla en la Generalitat! El otro es Alfons López Tena, ex vocal del Consejo General del Poder Judicial a instancias de CIU, de quien también se ha distanciado porque Artur Mas no es lo suficientemente independentista. ¿Cómo aceptó, en su momento, un puesto en un órgano de justicia español?

Joan Laporta y sus colegas se remontaron a la historia de Cataluña para reivindicar el derecho a la independencia, citó una candidatura unitaria nada menos que de 1907 que se creó para enfrentarse a ataques militares contra publicaciones satíricas catalanas y comparó estos ataques con lo ocurrido con el Estatut en el Constitucional.

A parte de las innumerables ventajas fiscales que se obtendrían con su drástica propuesta, no mencionó, esta vez, la posibilidad de ser una nación más de la UE. Quizá tema que alguien le pueda contestar que, en caso de independizarse de España, tendrían que ponerse a la cola detrás de Turquía.