No es la mejor ocurrencia amanecer a la política con un fracaso en la mochila, y tal error puede haber perpetrado el ex presidente del Futbol Club Barcelona, Joan Laporta, que anunció su intención de presentar candidatura a las elecciones catalanas el mismo día en que la nueva junta del club desmentía los resultados económicos positivos con que cerró el mandato. Allá donde la directiva saliente vio unos beneficios de 11 millones, la entrante, con el apoyo de la auditoria reglamentaria e independiente, detectó pérdidas por valor de 77 millones. La diferencia procedería de sobrevalorar ingresos dudosos y menospreciar los gastos. En tiempos de crisis, confundir las ganancias con los quebrantos no es la mejor tarjeta de presentación para alguien que pretende gobernar su país.

Pero Laporta no pretende gobernar, por lo menos de momento, sino hacerse un hueco. Su bandera es el independentismo urgente y ha encontrado como compañeros de viaje a sendos desapegados de Convegència y de Esquerra, López Tena y Uriel Bertran, vinculados a la campaña de consultasmunicipales por la independencia. Ambos decidieron alejarse de las respectivas militancias cuando la mesa del Parlament bloqueó, por inconstitucional, una iniciativa legislativa popular para un referéndum de autodeterminación. Laporta, López y Bertran lanzaron un llamamiento a la"Solidaritat Catalana per la Independencia", nombre que remite a la mítica Solidaritat Catalana, coalición de nacionalistas y republicanos que hace un siglo ganó las elecciones en las cuatro provincias. Pero de momento Laporta no une al catalanismo, sino que la suya va a ser una candidatura mas, compitiendo con las otras.

Está por ver hasta donde van a perjudicarle las sombrías noticias sobre las cuentas del club, porque los números del deporte siempre han sido materia opinable, y el fútbol crea adhesiones cuasi religiosas. Algunos exdirectivos se han apresurado a decir que las revelaciones ponen muy contento a Florentino Pérez, como si ello fuera motivo para callarlas. Laporta, por su parte, se ha limitado a señalar que "asumo los resultados dados a conocer por Xavier Sala y Martín". Con ello envía el marrón a su último tesorero, reputado economista, articulista en prensa y tertuliano audiovisual, conocido por sus diatribas ultraliberales y en la órbita política convergente. Hace cuatro años, un periódico le encargó que entrevistara a los entonces candidatos a presidir la Generalitat: JoséMontilla se levantó y se fue a los pocos minutos de la suya, ante el tono de las preguntas. Ello no impidió que Sala continuara tertuliando en la radiotelevisión pública catalana.