Si hay valores que deben tener las personas con la responsabilidad de dirigir una empresa, institución o administración pública, estos son los de ´consenso´, ´liderazgo´, ´palabra´ y ´decisión´. Pues bien, en los últimos meses estamos observando de forma continua cómo el alcalde de Málaga, el sr. De la Torre, carece de esos cuatro valores esenciales.

La palabra ´consenso´ no es conocida por nuestro regidor. No hay proyecto de ciudad que haya consensuado con alguien. Cada asunto en Málaga es gestionado por él como una oportunidad para la polémica estéril con otras administraciones, para la confrontación improductiva, agotadora y, lo que es peor, frustrante para los ciudadanos. El ´liderazgo´ es algo más que ser ´el que manda´: liderazgo es la capacidad que un individuo pueda tener para influir en un colectivo de personas, haciendo que este colectivo trabaje con entusiasmo en el logro de objetivos comunes. ¿Tiene liderazgo el Sr. De la Torre?, sin comentarios. ´Palabra´… pues eso, que se tenga palabra, que cumpla lo que se dice, y que no se cambie de opinión cada semana dependiendo de los ´aires que corran´. Y en cuanto a la capacidad de ´decisión´, si entendemos ésta como la ejecución de lo prometido, es difícil que la tenga quien carece de liderazgo y palabra.

El resultado es que Málaga está paralizada. Quería construir en Arraijanal, al norte de las Rondas, en la vega del río Campanillas, en la Sierra de Churriana, ... Han debido pasar tres años, (desde julio de 2007, cuando los informes técnicos ya decían que estos proyectos no respetaban las normas), para que el PGOU cumpla por fin la ley. Anteponer la confrontación al cumplimiento de la legalidad del Plan General nos ha hecho perder 3 años de desarrollo y empleo en nuestra ciudad.

Con el Puerto nos ha hecho perder todavía más años. Desde 1998 lleva con cambios de opinión. En 2004 (¡por fin!) firma el plan especial del Puerto. Pero 6 años después, en junio de 2010, se empeña en una modificación sustancial que a nadie gusta. Días después, y ante un manifiesto de 40 malagueños, dice totalmente lo contrario. En estos momentos no sabemos bien lo que está pensando. Más de 6 años perdidos… de desarrollo, empleo y futuro en nuestra ciudad. Y lo último, la delegada del Gobierno acuerda con él que un equipo técnico ofrezca soluciones a la accesibilidad al Puerto, al día siguiente dice que tiene la solución en contra del acuerdo alcanzado y de los técnicos que están trabajando en ello.

Y años perdidos con los cines Astoria-Victoria. En 2007 propone que allí vayan pisos de lujo, y en la entreplanta, una sala de exposiciones de la Fundación de la Casa Natal de Picasso. En septiembre la posibilidad de adquirir la manzana. En octubre da marcha atrás y dice que no contempla su adquisición. En diciembre de 2009, en el debate del Estado de la Ciudad, afirma que será su proyecto estrella. En febrero 2010, los propietarios solicitan licencia para hacer los pisos de lujo… no sigo para no aburrirles. Al día de hoy no sabemos en que situación está este importante proyecto para Málaga. Con los Astoria-Victoria, ya llevamos 3 años perdidos de desarrollo, empleo y cultura en nuestra ciudad.

Y más retrasos con el Cercanías. En un solo día el alcalde ha pasado de valorar muy positivamente el proyecto de la Junta, que contempla la llegada del Cercanías a la Plaza de la Marina –como él mismo ha defendido–, a estar en contra. Cuando se decida y dé luz verde, si es que alguna vez ocurre el milagro, habremos perdido varios años de desarrollo, empleo y transporte en nuestra ciudad.

Cine Andalucía. Desde el año 2000 ha estado defendiendo que había que expropiar dicho inmueble para dedicarlo a uso público. En 2004 acuerda con los propietarios hacer un hotel. Después lo presentó públicamente con el cineasta Bigas Luna como el lugar ideal para el Museo del cine. Pasan años y vuelve a cambiar de posición y nadie sabe qué uso tendrá en el futuro. Otros 10 años perdidos…

Podríamos seguir poniendo ejemplos, pero no queremos aburrir al lector, que bastante aburrido estará ya con un alcalde que no toma decisiones si no es para iniciar una nueva confrontación. Confrontación que hace que Málaga pierda años, esfuerzos y recursos económicos, a cambio de lo que, en este caso, él piensa que le reportará algún voto. Esa es la triste realidad.

Falta de liderazgo, falta de palabra y falta de decisión, a esto es lo que nos tiene acostumbrado el alcalde. Así la ciudad no marcha. Eso sí, la parálisis es cara. Muy cara. Somos la segunda ciudad mas endeudada de España por habitante (datos del Banco de España) y la primera de las grandes ciudades en tasa de paro (datos del Ministerio de Trabajo). Y en ello tiene demasiado que ver la mala gestión del alcalde de Málaga.

El problema es que el Sr. De la Torre tiene varias decenas de asesores, y claro está, uno de le dice una cosa, otro le dice otra… y él no decide nada. Sólo nos habla de «abrir un periodo de reflexión» que en la práctica es tener el proyecto que sea parado otros años.

Es incomprensible que el proyecto estrella del alcalde de los últimos años haya sido el edificio de oficinas de la Gerencia de Urbanismo. Los proyectos que hacen ciudad, que generan empleo, que lo hagan otras administraciones. Ya se dedicará él a frenarlo y a decir que no le parece bien. E incluso a cambiar su propia opinión las veces que haga falta para retrasarlo más.

Como el Sr. De la Torre nos tiene acostumbrados a no tener ni palabra, ni decisión, lo que tenemos que esperar los malagueños es que se compre un Pulpo para decidir algo. Pero los socialistas tenemos una solución mejor: que llegue alguien con ganas, ilusión y eficacia a la alcaldía. Alguien para recuperar la esperanza y los años perdidos. Para ello trabajamos.