La 2 emitió el martes La viuda valenciana, la historia de Leonarda, una mujer decidida que reivindica el poder de decisión, y ella lo hace eligiendo al hombre de su vida, al joven Camilo. Aitana Sánchez Gijón y Fran Perea fueron los protagonistas de esta pieza de Lope de Vega. Tecnología ultramoderna al servicio de un clásico. No lo vi en casa en alta definición, tal como se grabó, pero no me importó. Hace décadas veíamos los Estudio 1 en bajísima definición, pero si me apuran aún recuerdo primeros planos de José Bódalo en Doce hombres sin piedad, y escenas donde veo la carita redonda de una Marisa Paredes que aún no tenía la altiva elegancia de su estampa de hoy. Al terminar, La 2 recordó en Extras del DVD no sólo algunos Estudio 1 dedicados a Lope sino la tramoya de La viuda valenciana. Qué gozo como espectador.

De siempre me ha gustado ver la trastienda del cine, del teatro, de la televisión, nunca antes de la magia y el engaño, claro, pero sí después, y mejor cuantas más explicaciones de tramoyistas, técnicos de iluminación, maquillaje, actores, y ver sus ensayos con ropa de calle, y el día de la prueba de pelucas, todo, y por supuesto las explicaciones del director, en este caso de Carles Sedes. Al mismo tiempo que eso sucedía en La 2, Antena 3 emitía su también clásico Inocente, inocente, que también tiene su trastienda, desvelada cuando el ramo de flores certifica que la idea inventada surtió el efecto de la trampa deseada. Pero el gozo de esa noche tuvo la cara de la sombra. A las doce en punto Benjamín López, con parte del equipo de Hora 00 decía la frase fatídica, CNN+ se apaga para siempre. Y apareció el logo de GH24H. Noté un escalofrío. Literal.