Una silla vacía está cargada de mucho simbolismo, ya sea en un cuadro, una fotografía, una escultura, o en cualquier expresión del arte. Y los hechos acontecidos en el pasado seminario de comunicación sobre política local y redes sociales en la UMA tampoco están exentos de ese simbolismo. Ante la ausencia del alcalde de Málaga se podría haber quitado la silla de la sala, porque ¿qué sentido tiene una silla ocupando un espacio si nadie la va a utilizar? Pero estaba en la sala, permanecía allí ocupando un espacio inútil, pero con un claro sentido que no es otro que el de visibilizar la ausencia. Esa silla estaba allí para que todos vieran, para regocijo del resto de partidos, que alguien que debería haber estado presente declinó su invitación a asistir.

La política es una cuestión colectiva, y no debe depender de una sola persona. Cuando, por cuestiones de agenda o por no ser el tema conocido, alguien no puede asistir otra persona puede ocupar ese lugar. De lo contrario, lo que se visibiliza es indiferencia, que causa malestar ciudadano.

El logo de Ciudadanos en Blanco no puede ser otro que el de una silla vacía, una silla presente de un político ausente, para manifestar el descontento ciudadano, un descontento dirigido hacia todos los políticos presentes. El modo de actuar de este colectivo no es otro que el de dejar vacíos todos los asientos que consiga, sin participar en los plenos ni en las decisiones, y sin cobrar por ello. Y por esta razón Ciudadanos en Blanco es el partido de la silla, de la silla vacía, para visibilizar un político que podría no estar.

Es por ello que desde Ciudadanos en Blanco queremos informar a todos los partidos que se presentan a las elecciones de que las «sillas vacías» que pudiéramos conseguir serían consecuencia de la decisión ciudadana. Ciudadanos en Blanco es el único colectivo que tiene legitimidad social para dejar una silla vacía. No es de buen recibo que unos políticos por decisión propia abandonen su compromiso hacia la sociedad dejando vacía su «silla de atención al público». Y más aún viniendo de partidos que cuentan con recursos económicos y disponen de personal más que suficientes.

El señor alcalde ha ejemplificado perfectamente el modo de actuar de Ciudadanos en Blanco, puesto que de haber sido invitados nosotros, y como no podemos ir más allá de lo que es el voto en blanco computable, habríamos dejado del mismo modo la silla vacía. El señor alcalde ha ejemplificado perfectamente el modo de actuar de Ciudadanos en Blanco salvo por un detalle, el económico, puesto que este colectivo no piensa lucrarse con la política ni derrochar dinero público en campañas electorales. Por estas razones desde Ciudadanos en Blanco queremos lanzar esta advertencia al resto de partidos y comunicar que las «sillas vacías» son cosa nuestra.