La crisis del pepino se ha desactivado, pero sus consecuencias aún están por asimilar, y prometen ser bastante gravosas. Si en Málaga se habla de momento de 10.000 empleos afectados de una manera u otra y de seis millones de euros en pérdidas (que seguro que al final serán más), el reto inmediato es el de tramitar ante la UE las solicitudes de ayuda, que tendrán que estar debidamente justificadas por el número exacto de kilos (o toneladas) que cada productor vaya a retirar del mercado ante su imposible venga ¿Cuál es la trampa para Málaga y para todo el sector hortofrutícola español? Pues que en estas fechas, como bien dice Benjamín Faulí, experto de Asaja en este materia, la campaña española de frutas y verduras está ya agotando sus reservas (por aquello de ser variedades más tempranas) mientras que la de otros países como Holanda está en plena ebullición. Dicho en plata, los holandeses tienen ahora muchísimos más kilos en el mercado, lo que les permitiría justificar mucho más mercancía que España (a pesar de no haber sido los afectados por el problema) y llevarse la parte del león de esos cicateros 210 millones de ayuda aprobados esta semana por la UE.

Un dato avala este temor: junio siempre ha sido un mes donde las exportaciones de pepinos, tomates, pimientos, calabacines y lechugas –los cinco productos que tendrán derecho a las ayudas por retirada– han estado dominadas por Holanda con dos terceras partes del total comunitario. O sea, que después de lo sufrido por empresas como la malagueña Frunet –cuyo gerente Antonio Lavao está más convencido que nunca de la necesidad de ir hasta al final con la demanda a Alemania– corremos el riesgo de quedarnos compuestos y sin novia.

Una cuestión de imagen. Los trabajadores de la firma fotovoltaica Isofotón han decidido realizar una huelga el próximo lunes por ciertos desacuerdos con la dirección de la empresa en torno al descenso de actividad en algunos departamentos de la misma. Respetando por supuesto su postura, me permito recordar que hace poco más de un año Isofotón estaba abocada a la quiebra y que fue la aparición del consorcio formado por Affirma y Top Tec el que permitió reflotar una empresa de la que dependen más de 700 trabajadores. En este año, bajo la dirección de los hermanos Ángel Luis y Diego Serrano, se ha hecho un gran trabajo de presencia en todas las ferias internacionales y se habla incluso de unos beneficios de más de 10 millones de euros. Por eso, la convocatoria de una huelga y de una concentración de trabajadores a las puertas de la empresa a lo único que lleva es a que el espectador lejano se quede con la idea equivocada de que Isofotón vuelve a estar en problemas. Ojalá los trabajadores y la empresa lleguen hoy en su reunión del Sercla a un entendimiento.