Ya son dos las veces que el presidente de Caja España-Caja Duero, Evaristo del Canto, ha puesto en duda la fusión con Unicaja. Hace una par de semanas decía en Salamanca que su entidad tenía dos caminos de futuro, sola o integrada con la caja malagueña, y manifestaba su confianza en salir adelante aunque fuera continuando su camino en solitario. El pasado martes, Del Canto volvió a recordar que la entidad puede «sobrevivir» sola, aunque admitió que la entidad debe ser «ambiciosa» y recordó que un proyecto común con Unicaja les consolidaría como tercer grupo en el ranking nacional de cajas.

El presidente de la caja castellanoleonesa trata con estas declaraciones de transmitir tranquilidad en torno a un proceso que debes estar culminado para el mes de septiembre, so pena de que el Banco de España tome medidas drásticas contra Caja España-Caja Duero, a la que le faltan 463 millones de euros para llegar al 10% del core capital exigido. Para culminar el proceso, es Del Canto, y no Unicaja, la que tiene que hacer más concesiones, relacionadas sobre todo con el tema laboral. Caja España-Caja Duero tiene 5.153 trabajadores, 350 más que Unicaja, y encima mejor pagados.

Esa circunstancia es inasumible por parte de la caja que preside Braulio Medel, que es quien pone el músculo y la buena salud en la fusión. Así que o Caja España-Caja Duero hace los deberes este verano e impone una reducción de costes laborales o se llegará a septiembre sin la fusión encarrilada. Y, por mucho que diga Del Canto, a su caja de ahorros le hace falta como el comer integrarse en el proyecto con Unicaja. Esperemos que la negociación no se convierta en el culebrón del verano.

El futuro del PTA. El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Campanillas, ha sido puesto esta semana como ejemplo de lo debe ser la economía futura de Málaga en el anuario de la Fundación Ciedes. Pocos «peros» se le pueden poner a un PTA donde trabajan ya casi 15.000 personas, si acaso, que sigue siendo un entorno excesivamente cerrado cuya influencia sobre el resto del tejido empresarial malagueño está aún por cristalizar. Pero sí son completamente justificadas las reiteradas demandas de su director general, Felipe Romera, en torno a lograr un transporte público de masas que asegure la movilidad de sus trabajadores, ya sea metro o tren de Cercanías. Las previsiones son que en 2020 trabajen en el PTA unos 50.000 trabajadores (ojalá se cumplan), y con ese hipotético flujo cualquier carretera se queda pequeña.

La AJE, de estreno. Enhorabuena a la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) por la inauguración de su nueva sede, situada en la Alameda Principal. Una de las prioridades de su intrépido presidente, Javier Noriega, que cumple casi un año de mandato, era dotar de una oficina más visible y bien situada a este colectivo, y lo ha conseguido.