Se oyen declaraciones de políticos y financieros haciendo ahora un examen de conciencia tardío e inútil diciendo que todos somos culpables de que los bancos hayan concedido alegremente créditos a mucha gente que ahora se ve abocada a devolver los pisos que se compraron. Encima del drama que para ellos representa la entrega de la vivienda y tener que seguir pagándola, ahora se les dice que es culpa suya. No me parece justo. Los órganos reguladores, los propios bancos, y el Banco de España son culpables en mucho mayor grado de lo ocurrido, ellos sí que conocen el mundo financiero, y sabían muy bien los riesgos que estaban animando a correr a tantas personas con sueldos tan modestos que casi era imposible que pudieran hacerse cargo de semejantes hipotecas. Si todos somos culpables, no desde luego en la misma medida, repartir culpas hace que los auténticos responsables alivien su conciencia y limpien su historial. Pues no. El Gobierno y sus organismos reguladores no debieron volver la cara hacia el otro lado y permitir este disparate que ha atrapado a tantos españoles y ha labrado su ruina. Encima de burros, se les apalea.