En realidad ya han decidido que el mundo es insolvente. No se trata de Grecia, Portugal, Irlanda y España. Y, además Italia; y luego Francia. EEUU tiene ya la amenaza de las agencias de calificación de rebajar su solvencia.

Está ocurriendo que se deja juzgar a los acusados a las personas inocentes. Imaginemos el escenario en los juzgados de lo penal: asesinos, violadores, atracadores de banco juzgando a honrados padres y madres de familia. Ellos provocan el caos y deciden sobre nuestras vidas. Ellos nos clasifican y después afilan los dientes para atacar a los mercados.

Y las sociedades democráticas, los gobiernos legítimos, los ciudadanos y los contribuyentes a merced de quienes pueden decidir sencillamente qué o valemos nada, y abren la puerta del estanque de nuestras vidas para que nos devoren los tiburones financieros.

No hay quien pare esta escalada porque tenemos unas clases dirigentes tan incapaces que sólo van a conseguir que terminemos por querer romper Europa con una equivocada pero visible vía de salvación. Si la política se subordina a los mercados; si los gobiernos tienen menos poder que las agencias de calificación, tenemos dos opciones: o les entregamos la soberanía política para que la administren y prescindimos de unos gobiernos que no sirven, o empezamos a calificar a los calificadores. Creo que no tenemos otra opción que meter en cintura a estas agencias de calificación que no tienen rostro.