La Guerra Civil es de esas heridas que, aunque cierren, se quedan como cicatriz, y dan dolor al pasar la mano. Ahora toca hacerlo, por el asunto de los 75 años del golpe de Franco, tras el que, al fracasar como golpe, comenzó una guerra larga y cruenta. El franquismo no viene del golpe, sino de esa larga guerra, que Franco administró con parsimonia, para así hacer una cirugía a fondo, una limpieza étnica de la España que no le gustaba, que en el argot franquista pasaría a ser la anti-España. No hubo piedad, los vencidos lo siguieron siendo durante 4 décadas, y no pocos buscan todavía a sus muertos. Pero hoy España es otra, las causas objetivas del enfrentamiento ya no existen, pues la nación industrial avanzada nada tiene que ver con el clasismo rampante de la agraria, y aunque debemos ver la vieja hoguera con la memoria atenta, hay que evitar que nos lleguen sus gases.