Los socialistas malagueños eligen hoy 32 delegados para el congreso federal del partido, que se celebrará en Sevilla en los inicios de febrero. Un total de 233 compromisarios se dan cita en Mijas para tal cometido. Al cónclave acuden dos listas, la oficial y la alternativa, encabezada por José Aurelio Aguilar, que dirige la corriente Socialistas Hoy y que aspira a ser secretario general en un futuro. Así pues, esta primera gran medición de fuerzas no es sólo entre partidarios de Chacón y Rubalcaba, sino también entre las dos sensibilidades más visibles del PSOE provincial. Una pugna más allá de las primarias, al igual que ha ocurrido en Cádiz entre afines y desafectos a González Cabaña o en Sevilla, donde el ex consejero José Antonio Viera dio un golpe de mano para anticiparse a movimientos de la ejecutiva regional.

No todos los miembros de la lista de Aguilar para el congreso federal son pro Rubalcaba y tampoco son unánimes en sus preferencias los de Heredia, que no se ha pronunciado, con lo cual tenemos un cruce de afinidades tendente en ocasiones al galimatías. Que Aguilar haya optado por Rubalcaba es juzgado por algunos oficialistas como un error estratégico. Ellos prefieren la táctica de Griñán: no pronunciarse para no perder. No optar ni elegir ni decir nada para así evitar así una derrota interna, una desautorización en suma, en vísperas de unas elecciones. Que la síntesis entre críticos y oficialistas no haya sido posible para la cita de hoy condena (¿Condena?) al partido a un cambio de estilos y personas, ya sea por que la renovación sea total, ya sea porque se pacte, como hizo Bustinduy con el propio Aguilar, una dirección mixta. Claro que todo quedará condicionado a cómo sea el resultado de las autonómicas. Y sea como sea algunos se mueven a toda prisa , si es que alguna vez se han quedado quietos. Como Gaspar Zarrias, que está manejando los hilos para lograr apoyos para Rubalcaba. Y para sí mismo. Detrás, o al lado, está Chaves, claro.

En estos movimientos, en estos arreos, se enmarcan los apoyos a Rubalcaba que están dando en los últimos cuatro días no pocos notables o cuadros intermedios. En esa clave hay que leer el pronunciamiento de María Gámez. En cuanto a las ausencias de hoy (no son delegados ni Paulino Plata ni Remedios Martel) conviene aclarar que se puede ser elegido para el congreso federal (basta que te metan hoy en la lista) sin tener que estar en Mijas. Y que (pese a que en el caso del consejero sí puede representar cierta debilidad orgánica) como bien dicen algunos militantes, un socialista no ha de ser alguien que se trate de meter a toda costa en todos los bombos que se organizan. En todas las rifas. No. Cada cosa tiene su tiempo. Y esta no es la guerra de Plata. La suya es ir en la lista para las autonómicas, hacer partido en la comarca de Antequera, acallar a los que critican a la agrupación de ese municipio, que de feudo inexpugnable va camino de coladero. Al final del día sabremos el porcentaje de apoyos de cada lista. Será el primer termómetro para interpretar, aunque con muchas incógnitas, qué grado tiene de adhesión cada aspirante a la secretaria general federal. Pero sobre todo para ver el porcentaje de los críticos. El nivel de descontento. Crucial será también para ver qué hace entonces el sector de Luciano Alonso, ahora en alianza coyuntural/ temporal con Heredia. Puede auxiliarlo o dejarlo caer. Ser tres, tres vias diferentes o ser dos contra uno en combinación diversa. Sea lo que sea lo harán con ruido.