La comparecencia del ministro Cristóbal Montoro el pasado lunes en Málaga, en el marco del Forum Europa-Tribuna Andalucía, dejó mucha información jugosa y también cierto exceso de confianza que extrañó a parte de la concurrencia, entre ellos muchos empresarios que no tenían muy claro si el plan de pago de proveedores aprobado por el Gobierno les obligará a tener que aceptar quitas sustanciosas sobre el dinero que les deben las administraciones. Montoro aseguró que el Ejecutivo no tiene previsto imponer quitas ni indicar porcentajes -algo que volvió a reiterar el miércoles en Madrid-, asegurando que los acreedores cobrarán en función de la antigüedad y no de las posibles rebajas que negocien con los deudores. Pese a las palabras del ministro, hay acreedores que todavía son escépticos y que aguardan a que la norma se defina con todo detalle. De momento, hay que esperar al 15 de marzo, fecha en la que los ayuntamientos deben presentar su listado de acreedores, y hasta el 15 de abril para el caso de las autonomías. La intención es que los pagos puedan realizarse a partir de mayo con esos famosos 35.000 millones de euros que se van a conceder al sector financiero a través del ICO como préstamo sindicado.

Mirando atrás. Aprovechando que estaba en Málaga, Montoro piropeó también el dinamismo de la provincia, recordando que en los años previos a la crisis casi se duplicó el número de ocupados, con un crecimiento sólo comparable al que registró Almería. Cierto es que Málaga pasó de algo más de 350.000 ocupados de finales de los 90 a los más de 600.000 de 2007 pero el dato tiene dos matices: uno, que el incremento se produjo también con Gobierno socialista, y dos, que la subida estuvo acaparada en gran parte por el sector de la construcción y por la demencial dinámica inmobiliaria que presidió esos años. Las decenas de miles de jóvenes que dejaron los estudios para ponerse a trabajar en las obras y que hoy forman parte de la cola del paro no parecen la mejor herencia de la que presumir. Y el hecho de que Málaga tenga ahora mismo una tasa de paro del 31,6% indica que el desmesurado crecimiento de aquellos años correspondía en realidad a un gigante con pies de barro, como señalan los sindicatos.

Las formas. Por cierto que también chocó el compadreo de cierto patrocinador del Forum Europa-Tribuna Andalucía con el PP, al que deseó toda la suerte del mundo en las inminentes elecciones andaluzas para que implanten el «rigor» que a su juicio, ha venido faltando hasta hora. Todo eso, dicho en presencia de la delegada del Gobierno andaluz en funciones, Susana Radío, también invitada al acto y que encajó con semblante impertérrito el comentario. Quedó poco bonito. Las formas hay que cuidarlas, y si quieres ponerte a bien con el posible ganador, mejor hazlo en privado.