Aviso de que voy a ser muy injusto con lo que voy a decir y que con toda seguridad no llevo la razón, más que nada porque voy a basar mis reflexiones en una sola fuente de información, que por muy fiable que sea nunca basta.

Ha caído en mis manos un ejemplar de la revista que Swiss Air publica, la típica que le dan a los suizos en el avión cuando van de viaje por el mundo, bueno entiendo que además de a los suizos a todo aquel que viaja en su compañía.

Yo, que soy muy sentimental, ver una foto, a todo color, de Puerta del Mar, donde vivía mi madre de chica y donde en Casa Aranda te ponen los mejores churros del mundo, en la portada de una revista internacional, me emociona por poca relevancia que tenga la revista. El número del mes pasado de dicha revista fue dedicado a Beijing así que el interés que suscitamos a nivel mundial no es banal. Mis lágrimas de emoción se tornan en tristeza cuando ojeando (si ojeando porque con esto de internet se hojea poco) la revista veo que tenemos que ofrecer como ciudad los mismos tópicos de siempre: restaurantes, espetos, Picasso ( bueno y ahora Thyssen), algo de flamenco y algo de arquitectura como actividad. Como dije es un análisis injusto pues una revista de una aerolínea se centra en el turismo pero el caso es que esa es la marca que tenemos, turismo.

Si queremos que realmente palabras como cultura, tecnología, emprender, universidad, congresos, etc. calen en el exterior nos hace falta un director de Marketing en Málaga, hoy mejor que mañana.

Alguien que venda la ciudad como se merece y que explote al máximo todo su potencial. Y creo que nadie mejor para ese puesto que todos y cada uno de nosotros. Por Málaga.