Un resultado electoral se presta siempre a lecturas complicadas, pero la más elemental es la que tenga en cuenta, por un lado, los resultados en escaños y en votos de cada partido, y, por otro, los resultados en escaños y en votos del conjunto de la derecha y del conjunto de la izquierda. A tenor de ese criterio sencillo, el PP ha ganado las elecciones en Andalucía, en escaños y en votos, y el PSOE en Asturias, en escaños y en votos. En cuanto a la correlación derecha-izquierda, ha sido favorable a la izquierda en Andalucía, en escaños y en votos, y a la derecha en Asturias, en escaños y en votos. Lo cual quiere decir que la izquierda, si se une, puede gobernar en Andalucía, y la derecha, si se une, puede gobernar en Asturias. Esto es así porque, por más juegos de manos a los que se recurra, la derecha es la derecha, la izquierda la izquierda, y los que no se enteran andan en las nubes.