Hace unos meses presenté ante la Unidad de quejas y sugerencias de la Policía Local un escrito en el que expresaba mi preocupación al ver como todos los días cuando salen los niños del colegio SAFA El Monte, los coches de muchos padres invaden la acera para aparcar y esperar a recoger a sus hijos, poniendo en peligro con sus maniobras a los niños que pasan junto a ellos, sobre todo los que son más pequeños y difícilmente pueden ser vistos por el conductor. No es raro ver alguna situación de estas todas las semanas.

Mi intención era reclamar simplemente que se cumpliese la ley, evitando estas conductas, o bien que se instalasen pivotes para evitar esto, antes de que ocurra una tragedia y sea tarde.

Este comportamiento es tolerado por la Policía Local, que hace «la vista gorda» ante un incumplimiento habitual de la ley en pos de facilitar la recogida de los alumnos. Realmente comprendo que la policía haga esa pequeña concesión pues hablamos de un barrio donde el aparcamiento es un bien muy escaso, pero entiendo que cuando esta permisividad supone un peligro para los niños o una incomodidad para los peatones que circulan con carritos, debe ser evitada.

Recibí la respuesta habitual en la que se me decía que «se ha dado traslado del contenido de su escrito al Intendente de la Jefatura de Policía de Barrio Distrito Centro para su conocimiento, indicando que se tendrá en cuenta su queja, para trasladarla a los planes de presencia policial en la zona y corregir así los estacionamientos indebidos que se observen».

Obviamente, y de esto hace ya unos meses, la situación sigue exactamente igual: los coches siguen invadiendo la acera, cada día hay alguien que se queja airadamente de que no dejan pasar a niños y madres con carritos, y los más pequeños, atendiendo a su natural inclinación, bajan por calle Ferrándiz corriendo y jugando a la vez que los coches maniobran por la acera para subir o bajar.

Tristemente sólo hay una forma de que esta conducta sea evitada bien por la Policía Local vía sancionadora, o por el Ayuntamiento colocando pivotes: que ocurra alguna desgracia, como ya hemos visto en otras ocasiones.

Si llega ese día, que esperemos que no llegue, muchos dirán por qué no se habían puesto medios para evitarlos. Yo quiero dejar patente aquí que un día de diciembre de 2011 yo sí que lo intenté y en esas sigo. Esperando que el tiempo no me dé la razón y deseando que nuestros hijos no sean puestos en peligro a diario.

El peligro de los vehículos indebidamente aparcados (Mónica Tejerina Fernández. Málaga)