La aptitud de un ser vivo para adaptarse al medio es condicionante de la supervivencia. Hoy el medio ha cambiado de forma radical: se ha producido un brusco enfriamiento que puede ser duradero. Al político hay que pedirle, ante todo, capacidad de adaptación. Esto afecta al modo de gobernar y a la acción de gobierno. Modo de gobernar: formación de consensos máximos alrededor de programas mínimos, para que ni un termia de energía se disipe, o se pierda en chisporroteos. Acción de gobierno, dos vectores: por un lado, conservar todo lo conservable, para evitar destrucción de lo creado, reaprovechamiento de cosas o recursos, stand bye de proyectos, a la espera de la mejoría. Por otro, fomento de la economía (es decir, del empleo), facilitando, incentivando, dando oportunidades, generando confianza. Modo de gobierno y acción de gobierno interactúan: el consenso arriba crea confianza abajo.