Dilma Rousseff, la presidenta de Brasil, se ha entrevistado con Obama en la Casa Blanca. Ella, sin mirarle apenas, le ha cantado las cuarenta en cuanto a las políticas económicas que esta aplicando a Europa sin tener en consideración la inversión de los estados en gasto social y laboral. Dilma es escueta y directa.

Sabe muy bien de lo que habla. Pertenece a esa estirpe de mujer que militó en partidos de trabajadores y no perdió en el camino la conciencia de clase hasta situarse como jefa de gobierno en una tierra , no solo de samba y macumba, si no de una que se ha convertido en primera economía mundial, en desterrar pobreza, reconstruir clase media, combatir la corrupción política y destinar presupuesto del estado a la investigación científica. Las células de esta gran dama devinieron, en 2009, en un cáncer linfático, del cual sanó en poco tiempo. En seguida proclamó que deseaba para todas las mujeres el mismo tratamiento médico y humano que ella tuvo y poco tiempo después , el ministerio de Sanidad crearía el Instituto Nacional de Cáncer Brasileño para la prevención, diagnosis y tratamiento de esta enfermedad con presupuestos del Estado y por tanto un centro público. Nosotros hemos tenido una de las mejores sanidad pública del mundo (que antes de la crisis financiera, Obama quiso copiar) en cuanto a atención a los pacientes,organización, investigación científica, médicos, maquinaria, enfermeras...

Lo estábamos pagando entre todos. Por tanto, no viene a cuento que re-paguemos lo que ya hemos abonado y que la recorten. Por ejemplo, en Valencia, miles de pacientes afectados de algún tipo de cáncer podían ingresar en el IVO (Instituto Valenciano de Oncología) a la mínima sospecha del médico de familia, reflejada en una analítica de sangre. Nada tenía que abonarse, porque existía un concierto entre el IVO y la Consellería de Sanidad para el tratamiento, cirugía, ingreso y seguimiento del tumor, por el cual la Generalitat pagaba las facturas acordadas.Resulta que desde 2010, La Generalitat no ha pagado a un centro tan innovador y significativo en Valencia. Es más, desde ahora, el que tenga cáncer que se vaya a otros hospitales públicos, donde las listas de espera son de aquí a hasta Castelló, donde las piedras del aereopuerto se parten de risa. Sin embargo, no es para mondarse de risa observar en mis caminatas diarias a pobres, pobrísimos, que cargan con garrafas de plástico, vacías, para llenarlas de agua en las fuentes de los parques y saber que la ley presentada por la Izquierda Plural en el Parlamento de Madrid para que paguen impuestos las fortunas más ricas, riquísimas, ha sido tumbada por el PP. Admiro a la mujer de Estado Dilma Rousseff. Ella no ha traicionado a su país.Promete y cumple.La Comunitat Valenciana espera más recortes aún del Estado central.

Lo que no sabemos todavía, es si la engullirá del todo.