Las Malvinas no serán argentinas, pero el petróleo sí. En el fondo siempre está la política, o sea, la voluntad de cualquier poder de demostrar que puede. Bajo esa lectura, el golpe más duro quizá no sea para Repsol, sino para el Gobierno español, tras haber sacado pecho para evitar la expropiación. En ese mismo nivel de lectura, este pequeño descalabro exhibe el pequeño poder internacional de España, cuyas horas bajas se trasladan a todos los planos (a perro flaco todo son pulgas). Argentina no tiene crédito económico en el mundo, pero su PIB sube como un cohete: ventajas del que lo ha perdido todo. No es nuestro caso, claro, pero podría llegar a serlo. Parece que España se va lentamente a pique, pero la que se va a pique es Europa. ¿No tiene Europa nada que nacionalizar?­­­ Pues sí: nacionalizar Europa. Un día Europa descubrirá ese petróleo, pero no tiene ya mucho tiempo que perder.