Cada país tiene su genio, que es algo más que el carácter. Digamos que el carácter es el traje de diario y el genio el de gala. Nuestro genio es complejo, con muchos geniecillos dentro, y uno de ellos es Cupido. El amor en España lo redime todo, y cuando digo amor me refiero al amor-pasión, único al que la gente, en el fondo de su cuerpo, reconoce estatuto. Desde luego en España se disculpan con carácter general los asuntos del sexo, pero no hablo de disculpa, sino de redención, de capacidad de sanear lo que era malo, de explicar cualquier salida de calzada, aunque haya sido por conducción temeraria. La historia tenía muy mala pinta, con una huida del frente en el peor momento de la crisis, un despilfarro frívolo y un pobre paquidermo como víctima, hasta que apareció ella. Si ha sido por ella, y ella le cayera bien al personal, causa archivada. Aunque los archivos pasan factura al peso.