Conocemos lo malo, lo peor está por venir. El incremento del IVA, por ejemplo. Llegó el momento de destapar las mentiras que con tanto celo guardó el gobierno de Rajoy a petición de Arenas, el Cid Campeador del doble juego. De haberse sabido los recortes en educación y sanidad y, la más grave, la que afectará a jubilados y pensionistas con el copago en medicinas, el PP andaluz hubiera recibido un mayor varapalo en las urnas que el alcanzado. Arenas, al que cada día se le nota más tocado, según los «arenólogos», beberá hoy un trago muy amargo, y en la primera semana de mayo, cuando Griñán sea elegido presidente por la Cámara andaluza, terminará por cerrar muchos años de esperanza e ilusiones.

Le queda la remota esperanza de que Izquierda Unida, a medio o largo plazo, le haga la pirula a los socialistas, algo que no se debe descartar y que haría bien Griñán en tener en cuenta a la hora de sellar los pactos de gobierno. Lo que sí tiene claro Griñán es que los peores problemas, el cerco a sus políticas sociales y progresistas, le vendrán por parte del Gobierno de Rajoy, incapaz de asumir que en Andalucía no van a gobernar. Los ministros andaluces Cristóbal Montoro y Fátima Báñez, principales protagonistas en el hundimiento de Arenas, van a ser, como hasta ahora, los arietes que intenten demoler el Gobierno de Griñán haciendo uso de la mentira como principal arma arrojadiza. Para ello contarán con la gozosa ayuda de dos ministros, Wert y Mato, que tienen especial cariño por esta tierra y sus habitantes.

Teniendo como tienen de ejemplo a Mariano Rajoy, que el 14 de marzo, con luz y taquígrafos (cosa rara en él), decía que no era partidario del copago, sus ministros lo tienen claro. La mentira se ha instalado en este Gobierno como su segunda piel. Malo para ellos y malo para España, a la que Rajoy estaba convencido de sacar de la postración y de la desesperanza nada más sentarse en La Moncloa. Cercado por el incremento de la prima, con la amenaza de la intervención y ninguneados por sus amigos y correligionarios Monti, Merkel y Sarkozy, con la guinda de Cristina Kirchner, el incremento del paro, a Rajoy parece quedarle sólo el recurso de mirar atrás, echando la culpa de todo a Zapatero. Rajoy en México ha apelado a los españoles para salir de la crisis y hace bien. El problema es que, al menos hasta ahora, son los españoles con menos renta, pensionistas y jubilados los que deben sacar a flote este país que a Rajoy le hizo exclamar «¡Vaya lío en el que estoy metido!» Y el que nos queda.

Un gobierno de derechas no puede hacer más que políticas conservadoras; se visualizan los recortes, los tijeretazos, pero lo que realmente hay es un cambio de modelo de gobierno. Y como tal, quienes van a pagar la crisis son los que menos tienen.

PD.- (1) El Centro de Estudios Andaluces (CEA), que favorece y apoya trabajos de investigación sobre Andalucía con eficacia máxima dados sus escasos recursos, presentó en Granada el primer tomo de la Historia Moderna de Andalucía dedicado a la represión franquista en nuestra tierra, calculando en 50.000 los andaluces que perdieron la vida. El rigor del trabajo viene avalado por los historiadores que lo han coordinado.

(2) Arenas va de victoria en victoria y el Constitucional permitirá que hoy se sienten en el Parlamento sus nueve alcaldes elegidos diputados. Incluso propondrá a Esperanza Oña para la presidencia de la Cámara andaluza. Arenas maneja la cicuta política con rara habilidad.