Las culturas primitivas muestran un respeto innato por la naturaleza que manifiesta el sentimiento de hogar que tienen hacia ella. Los ritos geománticos con los que aun hoy se inician en Oriente las obras de los edificios, tienen por misión apaciguar las fuerzas telúricas y atraer la buena fortuna, y demuestran hasta que punto perviven en algunas culturas los restos de un respeto reverencial, casi religioso, por la madre Naturaleza que se sabe perturbada y cambiada con cada obra que hace el hombre.

El cambio deliberado de una realidad presupone la certeza de que la realidad por venir mejorará la existente. Los cuidados en la construcción de la Casa del Hombre por que esto fuera así, han ido aflojándose a medida que la Naturaleza original se alejaba, separada por la dimensión y el ambiente de las ciudades que hemos sido capaces de construir. La reducción de signos de la naturaleza en convivencia con el medio ambiente urbano es dramática.

El proyecto CATMED agrupa junto a Málaga, diez metrópolis mediterráneas, que buscan promocionar un modelo urbano sostenible basado en la compacidad de la ciudad clásica mediterránea. Las investigaciones del OMAU, concentradas en su proyecto «Manzana Verde» permiten visualizar una forma de crecimiento, que repara los efectos del consumo ininterrumpido de suelo y recursos característico de la industria inmobiliaria, extendiendo la ciudad y aumentando la dependencia del uso del automóvil. Por encima del diseño arquitectónico, o el consumo de tecnologías cuya incorporación a los proyectos solo consigue darles un barniz ecológico, los planteamientos de la Manzana Verde, proponen la rehabilitación de un tejido urbano mediante cuidadas volumetrías edificatorias de óptimo soleamiento y una complejidad urbana basada en la simultaneidad de usos que favorece una movilidad autónoma, de recorridos cortos, reduciendo las emisiones de CO2.

El filósofo alemán Wilhelm Schmid en El Arte de Vivir Ecológico insiste en que anteponer un proyecto de vida ciudadana a la expansión inercial de sus ciudades reconduciría el desvío que han sufrido en un desarrollo con calidad de vida decreciente. La Manzana Verde propone un nuevo modelo de crecimiento urbano que puede convertirse en experiencia piloto para enderezar el rumbo, y poder con menos dinero comprar una vida mejor.