«Que te lo gastes en botica», por Manuel Villena Lázaro

De mis años de infancia aún recuerdo la escena que se producía cuando un agente de la autoridad imponía una denuncia a un ciudadano por contravenir alguna norma. Cuando esto ocurría la ociosa chiquillería inmediatamente nos agolpábamos ante aquel espectáculo. Si las múltiples disculpas, numerosos ruegos y promesas varias no surtían sus propósitos y la denuncia era finalmente impuesta, el ciudadano siempre tenía la última palabra profiriendo , a veces por lo bajini y otras más descaradamente, alguna maldición. La maldición más común en estos casos contra la denunciante autoridad era: «Permita Dios que te lo gastes en botica».

Actualmente las cosas han cambiado radicalmente y hoy día son las propias autoridades quienes les espetan a los indefensos e incautos ciudadanos: «Te lo vas a gastar en medicinas».

El ejemplo de Argentina, por Jordi Oriola i Folch

1) No ha sido un robo, sino una expropiación con indemnizaciones legalmente establecidas. La motivación no ha sido la codicia sino preservar la soberanía sobre los hidrocarburos que se extraen de su subsuelo.

2) Repsol no es española, sino una empresa privada que en un 42% pertenece a fondos de inversiones que no tienen sede en España y en un 9,5% a la empresa mexicana Pemex. Y tampoco contribuye tanto en España si sólo declara aquí el 25% de sus beneficios mundiales.

3) Nunca una iniciativa privada destinada al lucro debería estar por encima del derecho de los pueblos a vivir dignamente y, además, hay que tener en cuenta que la empresa gozaba de los beneficios mientras que el país se quedaba con la contaminación derivada de la extracción.

4) El Gobierno español afirma que la decisión «perjudica a millones de pequeños inversores», pero nadie se cree que estos les preocupen tanto, sino más bien los grandes inversores.

5) Es la segunda empresa española con más presencia en paraísos fiscales (12 filiales en las Islas Caimán y una en Liberia).

6) Entre 2003 y 2011 la demanda de petróleo y gas en Argentina había subido un 38% y 25%, mientras que la producción de petróleo había caído un 12% y la de gas sólo había aumentado un 2,3%. Esto ha hecho que Argentina, siendo un país productor de crudo, haya tenido que importar.

7) La petrolera afirma que la expropiación «viola los más fundamentales principios de seguridad jurídica y de confianza de la comunidad inversora internacional», es decir, le preocupa la justicia con respecto a las empresas extranjeras, pero no le importó que el gobierno de Carlos Menem hubiera hecho que Argentina asumiera la deuda de YPF antes de privatizarla, y que la malvendiera a Repsol a un precio muy por debajo del real, en medio de una estrategia de Aznar de presionar a los países que tenían deuda externa con España para favorecer la expansión de las multinacionales españolas.

8) Argentina considera que controlar los hidrocarburos es estratégico y los beneficios que obtendrá revertirán, tal como ya está haciendo, en inversión social y productiva.

9) Se dice que Argentina quedará aislada económicamente, pero es justamente al revés: El control de Argentina sobre su petróleo hará que sea económicamente más solvente, y esto generará interés en los agentes económicos. Sí que podrían darse represalias con motivación política, por parte de gobiernos e instituciones neoliberales que desean un escenario económico entregado a las grandes empresas, pero Argentina es actualmente independiente del FMI y cuenta con complicidades continentales suficientes para superar cómodamente las protestas que surjan.

10) Pero por encima de todo, el gobierno de Cristina Fernández muestra que es posible la soberanía, es decir, priorizar las necesidades de los argentinos frente a los deseos de grandes poderes económicos ajenos. Esto, lejos de perjudicarles, les permitirá construir una sociedad más justa y próspera, mientras que en Europa ignoramos las necesidades de la población para intentar «dar confianza a los mercados», una política que frenará la economía y ralentizará la salida de la crisis. Y si no, tiempo al tiempo... La historia nos mostrará claramente el resultado de cada opción.

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