Soy una malagueña usuaria de la bicicleta y el transporte público. Defiendo ambos medios como alternativa al coche pero la EMT cada vez me lo está poniendo más difícil. Vivo en la avenida Imperio Argentina (zona Martín Carpena), donde sólo llega una línea de autobús, el 16. Vale, lo acepto aunque no lo comparto, creo que la densidad de esta zona ha crecido suficiente como para que hubiera más líneas. Pero si sólo puedo coger una línea para ir al Centro, qué mínimo que exigir que esa línea funcione bien. Por las mañanas las frecuencias son buenas y el autobús va como un reloj. Por las tardes ya la historia cambia, siendo las frecuencias entre 30 minutos y una hora en el último tramo. Lamentable.

El domingo 21 estaba en la parada de la Alameda a las 22.45 de la noche dispuesta a coger el bus que debía salir de la cabecera del parque a las 22.55 horas. El display informativo de la parada no funcionaba (algo habitual en esta línea), así que mandé un mensaje a la EMT obteniendo como respuesta: 37 minutos. Pensé que estaría mal así que a las 23.03 volví a mandar otro: 25 minutos. ¿Es de recibo tener que esperar 42 minutos un autobús cuya supuesta frecuencia de media hora ya es insultante? Por favor, demandemos un tranporte público de calidad para una de las ciudades españolas que más están creciendo.

Deficiencias en el transporte públicoYaiza Bailén CampañaMálaga

Acabo de leer unos datos que me han impactado. El comienzo del artículo empezaba como siempre: crisis, prima de riesgo, etc. Pero según leía, crecía mi asombro.

Con el aumento de la pobreza y la exclusión social se ha incrementado también la actividad de Cáritas para ofrecer ayuda. El número de personas atendidas por esta organización ha crecido notablemente en los últimos dos años. En estos momentos de crisis, las donaciones siguen creciendo y en 2011 llegaron a 17 millones de euros, mientras que los 58.000 voluntarios que había hace dos años han pasado a ser 62.000. Las ayudas que recibe la organización no son sólo económicas. Desde hace unos días circula por las redes sociales un vídeo que Alejandro Toledo, director de anuncios y videoclips, ha rodado desinteresadamente para Cáritas tras encontrarse a un antiguo compañero en un comedor social. Primer asombro: un montón de gente entregando donativos económicos y empleando parte su tiempo en ayudar a los demás.

El programa de acogida de Cáritas, uno de los más emblemáticos de esta ONG y por el que acudían antes de la crisis unas 400.000 personas al año, ha pasado en el último ejercicio a un millón y medio. La mayoría de personas atendidas tienen cargas familiares y una media de edad de 40 años. Segundo asombro: Cáritas atiende, sólo en su programa de acogida -tiene otros más-, a un millón y medio de personas.

Cada vez más gente dispuesta a ayudar a los demás, y un millón y medio de personas atendidas en uno de los programas de Cáritas. Mi aplauso y agradecimiento a esta ONG de la Iglesia católica.

Gente buenaJulián Fernández BlancoMálaga