En honor a las palabras «La Verdad os hará libres» y respondiendo a la campaña tan voraz y escandalosa para que la Iglesia pague el Impuesto de Bienes Inmuebles, donde unos y otros se ponen a favor o en contra, tenemos que partir de la premisa de que la Iglesia Católica no está exenta del IBI en virtud del Acuerdo entre el Estado y la Santa Sede; sino, que ese régimen fiscal está regulado por la Ley de Mecenazgo 49/2002.

En virtud de lo que se recoge en esta Ley es por lo que «la Iglesia disfruta de las mismas exenciones que otras instituciones», como son las sedes diplomáticas, sinagogas, mezquitas, fundaciones, prisiones, comisarias, federaciones deportivas, Cruz roja, sedes de sindicatos, ONG, cuarteles, etc.

Seamos por una vez realistas y dejemos de hacer políticas sin sentido, el IBI de la Iglesia es un 5% solamente de todos los organismos que están exentos y no resuelve el problema de las economías municipales.

Es inmoral e injusto cobrar el IBI a la Iglesia Católica española cuando ésta realiza una labor social con 5.141 centros de enseñanza, que ahorran al Estado 3 millones de euros aproximadamente por centro al año; 107 hospitales, que ahorran al Estado 50 millones de euros aproximadamente por hospital al año; 1.004 centros diversos, entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de sida; un total de 51.312 camas, que ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año; 365 centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y ex toxicómanos, que ahorran al Estado, medio millón de euros por centro; 937 orfanatos, que ahorran al Estado 100.000 euros por centro.

Y por último como contrapartida... hablando de otras instituciones socio-políticas... ¿Cuántos comedores para indigentes han abierto otros organismos exentos de IBI? ¿Cuántos hospitales para enfermos terminales y de sida mantienen abiertos otros organismos exentos de IBI? ¿A qué organismo exento de IBI puede ir un necesitado a pedir un bocadillo?. Dejemos de «mear fuera de tiesto». Es hora de que pasemos de las palabras a las obras, de los temas superfluos a lo que verdaderamente importa; es hora de que todos los partidos políticos dejemos de mirarnos el ombligo, nos demos de la mano y saquemos a nuestro país de la situación de crisis que padece. De lo contrario seguiremos tocando la gaita y así nos seguirá luciendo el pelo.

José Luis Torres Gutiérrez es el alcalde de Cómpeta.