El Banco de España ha multado con 23.000 euros al exvicepresidente de la controvertida Caja Castilla La Mancha (CCM), un tal Bárcenas que no es el de la trama Gürtel, por infracciones «muy graves» sobre las entidades de crédito. Así se aplica la legalidad. Como los gastos de Dívar también son legales, como las indemnizaciones fabulosas de banqueros como Bárcenas en cajas intervenidas con dinero público como su excaja. 23.000 euros de multa, ni más ni menos. Una sanción colosal€

La proporcionalidad entre las multas del delito bancario y los emolumentos que han recibido y reciben los ejecutivos financieros de este país, de este Estado rescatado pero poco, es una broma legal. Pero seguimos a la espera de la investigación que ponga en disposición judicial a los responsables de que los ladrillos financieros tengan más agujeros que los clásicos ladrillos de obra, y no sólo en Bankia.

Es verdad que no somos nadie. Para el Gobierno, nadie. Sólo un bulto que espera. Por eso a Rajoy no le hacía falta ningunearnos como a seres no pensantes, inmaduros de Derecho, cuando el sábado daba la cara forzado por las circunstancias, los periódicos en internet y las redes sociales, con sonrisita extemporánea incluida, para explicarnos el maravilloso préstamo al 3% que nos ofrecía el Eurogrupo, con intervención previa de Obama incluida, de hasta 100.000 millones de euros. Una cantidad imposible de imaginar ni siquiera cargada en varios trailers de camión en fajos de billetes de 500 euros. Yo ya sólo llego a un tope de 23.000 euros, café arriba café abajo€

Después el presidente del Gobierno hizo un sacrificio y voló seis horas para asistir al partido de España contra Italia en la Eurocopa. Gol. Y no porque fuera la final, que no lo era. Ni siquiera porque fuera un partido trascendental en la eliminatoria. Ni porque no hubiera ninguna representación oficial española, que estaban los Príncipes de Asturias. Sino porque ya antes de su comparecencia decidida a última hora, sólo iba a comparecer el ministro de Economía, ya se había decidido relativizar la importancia del rescate de España con la presencia como si nada del presidente del Gobierno español en el partido. Así se deciden las estrategias de imagen, casi todo es sólo imagen, aunque sea nefasta, de la alta política española.

Respecto a la realidad de las cosas, el hecho de haber sido rescatados, por ejemplo, nos impide ya estar en la reunión europea en la que se van a decidir los eurobonos, un asunto crucial para que salgamos de ésta mientras la prima de riesgo sigue desbocada. A propósito, el dinero del rescate irá al FROB, un fondo público. Por lo tanto, los españoles somos los avalistas de esa monstruosidad en euros. Así que si las fiables entidades financieras que van a recapitalizarse con ese dinero no lo devuelven... Otro gol.