El miércoles se decidirá quien tomará el relevo de Rafael Recio al frente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa. Después de largos meses de intrigas palaciegas, en los que iban apareciendo tantos postulantes como luego desaparecían, en los que los apoyos iniciales se han ido cambiando, trasvasando de un candidato a otro y viceversa; en los que en unos casos se exige a los delegados disciplina de voto, fiel y leal a lo que el hermano mayor ha decidido de forma unilateral (para lo que va a servir después ya que el sufragio es secreto) y en otros por poco no se ha consultado al cabildo para ofrecer un respaldo tardío y somero? el día 20 será la asamblea de elecciones que decidirá si será Eduardo Pastor o Pablo Atencia el nuevo presidente del ente de San Julián.

El ente de San Julián. Se aplica a menudo para definir a la Agrupación. Se emplea como sinónimo, para no ser repetitivo. Atendiendo a la definición que la RAE ofrece de «ente» en su primera acepción, es decir, «lo que es, existe o puede existir», permítanme que dé un paso más allá y me quede con aquello de «lo que puede existir». Los dos candidatos han sacado toda su artillería para dar a conocer sus programas con ambiciosas campañas cara a cara y 2.0 para captar un voto que, no obstante, se limita a los 195 delegados (cinco por cofradía una de las 39 cofradías) que tienen derecho al formar parte de la asamblea. Me resulta interesante, pese a todo, porque yo quiero saber qué piensan hacer si son elegidos, aunque no pueda votar. Valorar las propuestas, analizar los cambios que plantean (si es que plantean alguno), estudiar, en definitiva, cuál va a ser la línea a seguir y, luego, si llega el caso, poder exigir responsabilidades si no cumplan lo prometido. Como el más humilde de los cofrades. Uno más. El último.

A punto están de terminar cinco largos e intensos meses que nadie había previsto así. Difíciles e inciertos, en los que se ha ofrecido una imagen de división y perjudicial. En los que se han producido demasiadas declaraciones, se ha pecado de incontinencia verbal que ha deteriorado más que ayudado para luego rectificar y se han utilizado perfiles oficiales de cofradías en twitter, que en teoría representan a todos los hermanos, para respaldar vehementemente lo que sólo apoya la cúpula directiva. O ni eso. El fin no justifica los medios y los medios tienen que ajustarse, siempre, al Evangelio.

Atencia y Pastor. Pastor y Atencia. Ambos han puesto sobre la mesa atractivas propuestas que, ojalá, puedan ver la luz. Otras no. Otras es mejor que se queden en las presentaciones en Power Point, sobre todo las relacionadas con la promoción turística que pueden hacer que las cofradías pierdan el norte de para lo que fueron creadas. El nuevo presidente tiene ante sí la oportunidad de tomar las riendas de una institución que ha de abandonar 1921, año de su fundación, para entrar de lleno en el siglo XXI. Que el de San Julián deje de ser ese ente, más parecido a un espectro, que a una institución realmente a disposición y al servicio de los cofrades