En los tiempos que corren mientras algunas conversaciones versan sobre entelequias económicas que no resuelven mucho, hay gente que se asocia y crean en Málaga un mundo mejor.

En Málaga, existen, según el registro del Ayuntamiento, 2467 asociaciones censadas, con muchas personas y realidades detrás, con finalidades municipales muy diversas desde las conocidas peñas o asociaciones de vecinos hasta las asociaciones de padres de colegio, o de minorías sociales, también hay un capítulo de asociaciones cuya finalidad no está en ninguno de los epígrafes predefinidos y que van desde asociaciones para el software libre pasando por todas las entidades urbanísticas de conservación hasta otras mas exóticas como tai-chi sin fronteras, de lo mas variopinto.

Asociarse en principio entiendo que es bueno y pasar un fin de semana en el campo o charlar por las tardes en la peña es, probablemente, un buen motivo para tener una asociación, no obstante me llama la atención que de todas las asociaciones sólo hay 7 (0,28%) dedicadas a marginados sin hogar entre las que está por ejemplo el conocido Comedor de Santo Domingo.

Sin embargo, hay muchas bajo la denominación de Solidaridad Internacional, casi veinte veces más, aunque sospecho que al final todas ayudan al que realmente lo necesita. De un tiempo a esta parte en este último capítulo es frecuente observar como mucha gente prefiere emprender por sí mismo y recaudar entre sus conocidos para asegurarse, acertadamente, que llega la mayor aportación al destino final con un proyecto definido en el tercer mundo, aunque sea mediante una cena de alto copete y exuberantes lujos.