Juan Luis Galiardo

Entre los comunicados de pésame por la reciente muerte del gran actor Juan Luis Galiardo, se podía leer uno procedente de la Junta de Andalucía donde se destacaba el hecho de de que «en todo momento hizo gala de su condición de andaluz». Curioso comunicado es éste, pues pese a tal reconocimiento mortuorio la Junta de Andalucía nunca consideró en todos estos años que el actor gaditano contase con méritos suficientes para ser reconocido y premiado en su tierra con una medalla de Andalucía, galardón que tiene concedido la Junta a cientos de andaluces, e incluso no andaluces, de muy diferentes y cuestionables méritos. Aunque tal omisión pudiera encontrar una sencilla explicación cuando analizamos que una buena parte de los galardonados son personas que cantan y bailan, y mejor aún, que cantan y bailan al son que les tocan, mientras que Juan Luis Galiardo no era persona conocida precisamente por tan valorado mérito.

Miguel Ángel Loma PérezMálaga

Cultura sin autoridad

No creo que nunca en la Historia el hombre culto haya gozado de menos respeto que en el presente momento, en el que, con las nuevas tecnologías, todo el mundo habla de todo sin saber de nada.

Considero imprescindible para ejercer cualquier cometido de cierta trascendencia, con rigor, tener un nivel cultural elevado. Parece que los criterios de selección del personal están enfocados con un sentido muy distinto del que yo propugno. Esto es, se fomenta el especialismo, hacia el que se tiene un auténtico fetichismo.

¿Es tan eficaz el especialismo? A contracorriente, afirmo que no. Sin una cultura lo más extensa posible, no se puede interpretar la realidad ni de lejos. Muchos de los crasos errores cometidos por personas con cargos de alta responsabilidad, pero nivel cultural escaso, tienen como origen lo que vengo señalando: la falta de interés en saber por saber. Como defendía el divino Platón, para gobernar, desde una casa a un país, hay que ser un filósofo.

Antonio Romero OrtegaMálaga

Regeneración

España necesita una regeneración sincera y total. Los actuales partidos políticos acomodados desde hace demasiados años no nos sacarán nunca del agujero, si acaso nos sumirán más y más en él. Demostrado queda, que quienes nos han llevado a la actual situación de crisis no pueden ser la solución, ya que viven muy bien con este sistema y jamás renunciarán a perder su actual estatus. Por eso, se necesitan muchos movimientos regeneracionistas, formados por dirigentes de probada honradez, que aparte de hacer cualquier manifiesto se mojen hasta el cuello presentando finalmente partidos políticos, que barran a la actual basura de antipolíticos que cada día no hundirá más y más.

Juanjo García LópezMálaga