La primera prueba de fuego para el Gobierno Griñán se saldó sin quemaduras graves. El horno no está para bollos y Diego Valderas se lo dijo muy claro y alto a su militancia: o aprobamos los recortes que nos impone y exige el Gobierno de Rajoy o vamos a elecciones anticipadas con la derecha bufando por alcanzar el poder andaluz. Valderas, con Rafael Rodríguez, Centella, Castro y García, se desnudó ante sus votantes y dejó bien escrito que será difícil romper el pacto de gobierno suscrito con los socialistas. Es lo que se le pedía a Valderas y éste ha demostrado tener sentido de gobierno y responsabilidad. Ya vendrán tiempos en los que IU pueda exigir lo que ahora renuncia.

Sucede, a veces, que algunas renuncias traen consecuencias no deseables. Un amigo, director de hotel para más datos, me sorprendió en las pasadas elecciones cuando me dijo que había votado al PP cuando siempre lo había hecho a la izquierda. Le convencieron las promesas hechas por Celia Villalobos, Cristóbal Montoro y dirigentes locales del PP prometiendo que comprimirían el IVA al turismo. Estamos a las puertas de una subida espectacular en un sector que afectaría de forma muy grave a la Costa del Sol y, en palabras del consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, «un ataque muy duro». Este amigo, como otros muchos millones de españoles, creyó de buena fe las promesas de Rajoy. Ya está documentado que Rajoy es el mayor y más taimado mentiroso que ha dado la política española en los últimos años. Y lo malo para España y los españoles no es que mientan a quienes les votaron, sino que en Europa y en el mundo entero, incluidas las Islas Salomon, le tomaron la matrícula a Rajoy, el Cid Campeador de Bruselas.

Renuncia bellaca es la que, cuando se inaugura la segunda pista del aeropuerto de Málaga y se ven las fotos donde Elías Bendodo saca pecho, como lo hacen los dirigentes del PP que acompañaban a la alegría de la huerta, la ministra Ana Pastor, nadie recordara a la ministra malagueña, Magdalena Álvarez, gestora de estas y otras muchas obras públicas que están transformando a Málaga y a Andalucía. La política de bajos vuelos, asquerosamente mendaz y olvidadiza, lleva a que muchas personas se vean obligadas a renunciar a sus principios.

El dios sol, dicho está: Elías Bendodo, al que le trae al pairo que su partido esté a las puertas de subir el IVA al sector base de la economía malagueña, el turismo, renuncia a dar la vara a su partido mientras que entró en orgasmo de primer grado, con resonancia 3, cuando rodeado de sus acólitos más cercanos se asomó al balcón de Benalmádena, una vez destronado de la alcaldía el socialista Carnero. Este es el terreno donde se mueve como una anguila el sibilino Bendodo, hábil manipulador de conciencias e incansable trabajador en las noches en las que se teje lo peor de la política. Y renuncia es que la sociedad para el desarrollo, SOPDE, arrinconara el turismo como departamento vital para la provincia. Rafael Fuentes, todavía sin cicatrizar las heridas por su paso por la política activa, vuelve a la Sociedad donde dio lo mejor de sí como analista en desarrollo y planificación turística. Tendrá mesa, silla y ordenador y es sabido que las golondrinas volverán en primavera, una vez más, para anidar.

P.D. (1) Francisco de la Torre, inasequible al desaliento y azote político de Griñán, pide más fondos para el metro. El alcalde debería tener las mismas urgencias para otros proyectos del gobierno de Rajoy y desaprovechó una oportunidad al tener a su lado a la sonriente Ana Pastor.

(2) Proyecto Hombre, que como todas las asociaciones de su índole, atraviesan dificultades de todo tipo, haciendo realidad (Serrano, Soriano) la capacidad de estirar un euro hasta el infinito, alertaba del incremento del consumo de cocaína. Resulta sorprendente que haya dinero para la red radial de Madrid, socializando las pérdidas (filosofía de la ultraliberal Esperanza Aguirre y del socializante Rajoy) y cada vez menos para los servicios y ayudas sociales.