No se trata más de un simple bulo que ha circulado estos días por internet, como muchos otros que han pasado casi desapercibidos, pero éste ha llegado a ser Trending Topic de Twitter. Amigos y compañeros frikis, siento anunciar que Marty McFly no viajó al 27 de junio de 2012 en Regreso al futuro II. Esa realidad que Robert Zemeckis y Steven Spielberg imaginaron en 1989 todavía no se ha caducado: tenemos aún tres años para mejorar la que tenemos, para hacer funcionales y asequibles los monopatines hovercraft –más allá del hoverboard de Nils Guadagnin, por cierto impresionante–, para volver al 100% a la estética retro, tener todas nuestras casas totalmente inteligentes y vestir aún más friki de lo que ya lo hacemos. Je. Menudo mundo se hubiera encontrado Marty McFly de viajar a nuestro presente. Estoy segura de que si el DeLorean DMC-12 de Doc hubiera aterrizado en, digamos... Atajate, el profesor de los pelos imposibles hubiera pensado que, en vez de avanzar en el tiempo, retrocedió. Con todo mi respeto a Atajate, por supuesto, un pueblo precioso. Pero no paro de pensar en qué harían McFly y Doc en Atajate: en plena Fiesta del Mosto, descalzos y pisando uvas para más tarde degustar lo que de sus pies sale. Seguro que asomarían las caras Bendodo y Heredia y sus séquitos para hacerse la foto con los que vinieron del pasado en el DeLorean... Si liaron la que liaron con Ana Pastor... Seguro que intentarían convencerles de que el «bache económico» es culpa de la prima, sí, la de riesgo. Y también de Merkel, de Obama y de la alineación de los astros. Nunca entonarían el humilde, sincero y loable mea culpa por pasarse más tiempo metiéndose con su partido rival en vez de trabajar juntos para no meter la pata y buscar una solución. Amigos, la Eurocopa termina el domingo, se nos acaba el opio que mantiene entretenido al pueblo, y la cosa no pinta nada bien... También me imagino a Doc preguntando a uno de sus 170 vecinos qué es un iPhone o por qué la sociedad se ha vuelto fanática de todo mecanismo de comunicación que anula el contacto humano. Habría que explicarles quién es Chiquito de la Calzada, el Koala y Mocito Feliz (lo que vienen siendo los grandes «ilustres» malagueños), o por qué nos gastamos cerca de 500 millones de euros en una pista del aeropuerto que no vamos a utilizar. Inciso: es como aquel inepto que aún sin podérselo permitir se compra un Ferrari, no tiene dinero para pagar los dos seguros y decide utilizar su viejo coche.

Yo me iría a Atajate, le cambiaría a Doc mi iPad por un viaje al pasado y daría un par de collejas a Zapatero, a Rajoy, a Aznar y a personajes como Michel Telo o Elvis Crespo por horteras. Quizás lograría parar el tener que recurrir a un rescate europeo o, a las malas, que no nos taladrasen la cabeza con el Au si te pego y el Suavemente. Y espérenme, que volveré como en la película, el miércoles 21 de octubre de 2015 a las 16.29 horas.