Te... amo... Moneda te amo... Así empieza una de las canciones de Umberto Tozzi que no habla de dinero y que se ensartaron como puñalillos en el corazón adolescente de quienes lo éramos entonces: Te amo. De mayor las analizas y no paras de reír hasta que se te acaba el gin tónic, o la tónica sola, al borde del cinismo de los años. Pero aquella melodía, aquellas frases con más o menos sentido o calidad viajan contigo en el recuerdo, hierven tu memoria sensorial con aquel baile agarrado, el primer beso, la primera noche que te dejaron llegar tarde en casa, el olor

de su pelo€ Pues no habrá concierto anunciado de este carroza ilustre en Málaga por aquello de la devaluada economía española, según las excusas publicadas. Moneda te amo.

´Financial´ al rescate

Estamos tan cansados de todo como Cataluña del Estado, según Artur Mas. Por eso, mientras De Guindos negociaba el rescate de España, según el Financial Times, soltamos una lagrimita de barrio al ritmo de una canción italiana de los 80. Incluso aunque el mismo rotativo británico advirtiera de que para ahorrar 4.000 millones el Gobierno español podría congelar las pensiones, lo que desdeciría una vez más el digo de Rajoy, uno de los presidentes más desdichos en menos tiempo de nuestra democracia. Al viento te amo... Mientras el viento arrastra aquí y allá, como dice esa otra canción de Serrat, «Aquellas pequeñas cosas», como a hojas muertas, los envoltorios grasientos, los cartones de las pizzas consumidas, las servilletas de papel usadas, las latas vacías y arrugadas, y sopla ese viento sobre la basura retestinada (gran palabro malacitano) que ha cambiado de tono el color original de tantas aceras malagueñas. Mordió en carne la portavoz de la oposición municipal, María Gámez, cuando llenó las redes sociales de basura fotografiada bajo el intencionado epígrafe de «alcalde limpia Málaga».

Limpia Málaga

Verdad es que el alcalde De la Torre no es quien la ensucia, sino que lo hacemos todos. Unos más que otros, eso sí, en una regresión cívica que aunque suene fachilla es constatable sin necesidad de análisis demoscópicos. Pero hay que limpiarla. Y Málaga está sucia. Y a pesar de lo fácil que resulta apuntarse a confirmar algo así en cualquier ciudad, hace tiempo que la limpieza de ésta es un problema que no sólo depende de los deteriorados hábitos de muchos de sus habitantes o de los vientos y el clima mediterráneos, como a veces se suele justificar lo evidente. Por tanto no sirven balones fuera para escapar de la inundación de fotos denuncia que sólo en Twitter consiguieron ser tendencia ayer de mañana.

Apulgarados

Así que, mientras apartas con el pie los residuos de una bolsa de basura mal cerrada, arrojada fuera del contenedor por un niño mal educado o por un padre que aún no ha dejado de ser un niño, piensas en cómo pica el titular de la noticia de la plaga de pulgas en una comisaria malagueña, o en sucesos acumulados en una semana como el hallazgo de ese hombre encontrado con las manos atadas y una mochila rellena de piedras en el embalse de La Viñuela -da miedo-, o en ese atracador a punta de pistola a un banco de Marbella que se llevó 80.000 euros, o en ese otro que detuvo un guardia civil de paisano en el Rincón de la Victoria en menos de una semana. El déficit de optimismo es casi tan malo como el acumulado por el ayuntamiento de Málaga -con una deuda de más de 800 millones de euros, por no hablar del déficit que dejó el Gobierno de Zapatero y al que tanto se ha agarrado el Gobierno actual para justificar su escandalosa impotencia. Pasivos, deudas, déficits, conceptos para denunciar o defender lo obvio, que se acabó la pólvora del Rey con la que disparar a la burbuja que nos explotó de manera inevitable.

Superparado

El panorama es tan preocupante que dos cómics españoles, Entretelas y Andando (como contraposición a estar parado), incorporan el desempleo a sus viñetas mezclando la ternura y el humor en el día a día de tantas familias de barrios populares. Otro tebeo afina desde la sátira, The Adventures of Unemployed Man o las aventuras de un hombre en paro. En él Spider-Man busca trabajo y aprovecha su experiencia para divulgar los servicios de empleo de Nueva York. El problema es que no tiene gracia aunque la tenga...

Viñetas

Menos gracia tiene el poder del miedo ante la amenaza extremista, sea religiosa o atea, como está ocurriendo en el desgraciado asunto del inoportuno vídeo de Mahoma. Nos guste más o menos, reaccionar plegando velas ante la amenaza siempre será peor que tener que soportar los malos usos de la libertad. La autocensura y echar cuenta a quienes amenazan descascarilla el huevo de la serpiente. Luego crece y su veneno todo lo vuelve totalitario...

Flores industriales

Ayer volvía a casa por un polígono industrial. Las chicas que como maniquíes de escaparate se exhiben semidesnudas a mi paso me provocan tanta ternura como el superparado del tebeo. Que los fiscales hayan decidido no acusar por lo penal a las prostitutas, considerando las denuncias de la Policía Local como infracciones administrativas me consuela. Caía la noche. Aunque usted lea generosamente esto por la mañana€ Porque hoy es sábado.