No pocos ven la cadena de crímenes masivos a manos de un asesino solitario, que a cada tanto sacuden a USA, como afloración de la violencia embolsada en las capas profundas de esa sociedad. Pero ¿cuál sería la génesis de tal violencia? Más allá de la psicología, la sociología o la criminalística quizás haya que rastrear respuestas en la fabulación literaria.

En la historia universal de la novela pocos escritores como Cormac McCarthy (Meridiano de sangre, Hijo de Dios, No es país para viejos, etcétera) han dado cuenta de una violencia tan enfermiza, brutal y gratuita, y en esa fábula encadenada, y en buena parte de sus escenarios, parecerían arder aún rescoldos de una violencia originaria, la de la conquista (del Oeste) y la práctica extinción del pueblo conquistado. ¿Será ese el retrato en color sepia del modelo de sociedad que subyace a la apolínea imagen del american way of life?