Llevo unos días dándole cierta importancia a este tema y es que aún no he podido encontrar el motivo o esa pequeña esperanza que me haga tener ilusión en celebrar estas fechas, en celebrar la Navidad.
Es cierto que es una costumbre de muchos años atrás pero quizás antes era demasiado pequeña para percatarme de las pequeñas cosas que por desgracia existen en nuestra sociedad.
Cuando vas al centro de la ciudad, ves las luces, los árboles, los niños disfrutando con apenas una pandereta o un gorro de Papá Noel, entonces piensas que la Navidad no puede estar tan mal, pero si giras la cabeza, tan solo a unos centímetros, al otro lado verás a un hombre que vive en la calle y cuya única compañía son unos cartones donde poder cobijarse del frío.
Si enciendes la televisión ves a las miles de personas que fallecen, a manos de su pareja, por enfermedad o porque han decidido por ellas mismas acabar con su vida porque su situación de desesperación pudo con ella.
Miles de personas desahuciadas, miles de lanzamientos, miles de personas que no saben cómo acabar el mes ni qué darle de comer a sus hijos, personas que buscan en la basura, personas que hacen cola en asociaciones, personas que no piensan en el mañana sino en el día a día. Niños víctimas de violencia de género, de abusos sexuales, niños huérfanos…
Y mientras ¿qué? ¿El resto de las personas cantamos en nuestra casa rodeados de una gran mesa, a la que no le falta detalle, los villancicos?
Bien seamos egoístas, llamemos a todos nuestros seres queridos, compremos el mejor marisco, las mejores carnes, comamos hasta no poder más, brindemos por todo lo que tenemos importándonos solamente el que nunca nos falte de nada, pero es que algún día podremos ser los que ahora mismo están pensando en qué portal o en qué banco de las calles de Málaga podrán dormir hoy, o los que están haciendo cola en los Ángeles de la Noche para poder llevarse algo a la boca…
Esto es sólo una opinión de una niña que a veces, se para a observar.
Me gustaría hablaros de la navidadCristina Ruiz de LaraMálaga
