A los comerciantes de la plaza del Marqués del Vado del Maestre (ante Mitjana), todos ellos bares de copas, el Ayuntamiento les ha hecho un regalito en las últimas semanas. Está bonito. Si has pasado por Mitjana, una de las discotecas tiene como decoración navideña un arbolito luminoso muy bonito, así, con su estrellita y todo. Muy cuco. A pocos centímetros de él, alguna lumbrera ha decidido que para hacerlo más compatible con la época navideña había que completarlo con cinco contenedores de basura con las cajas a modo de regalitos.

Teniendo en cuenta que hasta hace pocas fechas esos contenedores estaban fuera del alcance de la vista, ya que se amontonaban igual de lustrosamente en calle Lazcano -con las tapas abiertas y desprendiendo mal olor-, no se entiende por qué el Ayuntamiento ha decidido ponerlos como decoración navideña en plena zona de paso en Mitjana, cerca de las mesas de una freiduría, taponando casi la entrada a una discoteca y al ladito de la terraza de un bar de copas. ¿Situación disuasoria?

El caso es que muy seguramente la apertura de nuevos locales de copas en calle Lazcano hayan sido la razón del traslado de los contenedores a un sitio donde molesten menos al empresario de turno, a cambio de molestar más a otros. Es una hipótesis que, seguramente, se base en la maliciosa mirada de quien conoce poco y de lejos los cárteles de la noche.

Alejar los contenedores de la puerta de un negocio para plantárselos en la cara a la competencia puede ser fruto de la casualidad, siendo bien pensados. A nadie se le puede pasar por la cabecita que el Ayuntamiento piense en los negocios de privados por encima del bien general de sus habitantes y la imagen de la ciudad. A nadie. ¿No? Las cosas de la Navidad. A unos regalos y a otros carbón en forma de basura.