Decía mi abuelo, que ante situaciones muy difíciles no deben usarse «paños calientes», porque es la mejor forma para ingresar al enfermo en coma en la UCI… y ya se sabe.

Sólo hay 2 formas de salir de esa situación: 1ª En pijama de pino hacia el cementerio. 2ª Hacia la sala de recuperación, pero con signos evidentes de debilidad y pérdida de peso.

En el caso de Iberia parece ser, a la vista de los acontecimientos que se vienen sucediendo desde hace algunos años, que está más cerca de entrar en coma que de recibir el alta médica.

Este artículo no pretende justificar ni la huelga ni la aplicación de despidos masivos, sino la de transmitir unas ideas que aún pareciendo disparatadas podrían enclavarse dentro del título de este artículo: Grandes Remedios, y que sustituiría a los paños calientes, evitando de esta forma asistir al velatorio de una gran empresa que ha mantenido con orgullo durante decenas de años algo tan actual como «marca España».

Aunque iniciamos este siglo con la privatización de Iberia, desde entonces el gráfico de la compañía ha tenido sus años de pérdidas y también sus años de beneficios, como cualquier otra empresa privada que navegue por el mundo del libre comercio.

Curiosamente, el Gobierno español construyó la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, y he aquí, que sin ser Iberia una «compañía de bandera» del Estado español, le cedieron prácticamente el uso de dicha terminal a Iberia y sus aliados.

Posiblemente, ese fuera el mayor atractivo que ofrecía Iberia para que British diera el «braguetazo» estableciendo la base de ese matrimonio en dicha terminal.

Iberia, que durante algún tiempo estuvo flirteando con otras líneas aéreas para fusionarse, no fue hasta noviembre de 2009 cuando confirmó que había llegado a un acuerdo preliminar con British Airways, acuerdo que dio paso en el año 2010 a la firma del contrato de fusión para su aprobación y al final de dicho año tanto los accionistas de Iberia como de British dieron el visto bueno a dicho matrimonio.

Y he aquí donde me viene a la mente la alegría con que se usan las consultas a los accionistas, porque si hay una institución que se caracterice porque sus accionistas son realmente personas privadas, son las cajas de ahorros, y no me imagino al presidente de la Caja de Ahorros de Castilla la Mancha consultando a sus accionistas la barbaridad de hacer un aeropuerto que está sirviendo para practicar con coches de Fórmula 1.

Entonces, estoy seguro que la Presidencia de Iberia y su equipo directivo no plantearon a sus accionistas que con esa unión, Iberia se vería despojada de gran parte de sus 108 vuelos con destino a 42 países entre los que se encuentran prácticamente todos los del continente latinoamericano.

Me da la impresión de que algo no funciona en el matrimonio (British- Iberia); porque parece ser que existe separación «de bienes y de males» entre ambos. La pregunta de millón es dónde está la British sentada negociando junto a su querida esposa Iberia, para evitar que nuestra línea aérea, aunque esté privatizada, no sea el hilo conductor y sirva de contrapeso a lo que con tanto esfuerzo está fabricando este gobierno… la «marca España».

Creo que no es el momento de analizar el currículo de los dos últimos presidentes de Iberia, presuntamente actores necesarios de la situación de desprestigio que de la imagen de España y sólo España, no de Inglaterra, están creando las noticias de los despidos masivos de la empresa y el planteamiento de huelga de los sindicatos.

El hecho de que uno de los dos componentes del matrimonio no esté dando la cara, creo que le da derecho al padre de la criatura, supuestamente perjudicada, a rescatarla, y que vuelva al seno del que «nunca debió salir».

Para concluir, se me ocurre que si el Estado español con su gobierno al frente ha sido capaz de gastarse una millonada cercana a los 50.000 millones de euros en rescatar entidades que fuera de nuestro país «ni pinchan ni cortan» en la «marca España», al nacionalizar entidades como Bankia, Nova Caixa Galicia, Banco de Valencia, etc, etc,… posiblemente y con menos inversión, también se debería nacionalizar Iberia, pero sabiendo todos los sindicatos involucrados en la empresa que la criatura sale de la UCI debilitada y con pérdida de peso, pero con un ansia de vivir excepcional para recuperar más «marca España».

Caminos hay para distanciarse del hospital, sólo hay que saber escogerlos y cambiar el «bienestar» de unos pocos por el «estar bien» de la mayoría.

Luis Callejón es Presidente de Asethan