A la caza de los quiosqueros

La vigilancia, inspecciones y registros de los quioscos en busca de tabaco que no haya pasado por la caja de la Agencia Tributaria, es una de las prioridades- si no la principal- de la Policía Local de Málaga, por encima de la circulación de vehículos pilotados por individuos bajo los efectos del alcohol y drogas, el pequeño tráfico y consumo de drogas, la venta de bebidas alcohólicas de alta graduación a menores, etc. Una prioridad -la «caza» del quiosquero- que creo que le ha sido impuesta por el Consistorio a la Policía Local, posiblemente, llevados por la presión por el gremio de estanqueros y por los jugosos ingresos de las exorbitantes sanciones.

Al/los responsable/s de estas órdenes de acoso a los quiosqueros, yo le/s rogaría que reflexionara/n sobre los motivos por los cuales unas personas se arriesgan a sufrir fuertes sanciones e incluso terminar con sus quioscos clausurados. ¿Será por pura avaricia? ¿Porque genéticamente es un gremio que disfruta incumpliendo las leyes o/y ordenanzas vigentes? ¿Podría tratarse que lo hacen como el único y último recurso que les quedan para ir sobreviviendo -intentando aguantar esta crisis que nos atenaza a todos- y no cerrar sus quioscos y pasar a engrosar las listas del paro y la de ayudas sociales? Merecería la pena un poco de reflexión.

Juana Pulido JiménezMálaga