Por una piscina terapéutica

Rogaría fuera publicada esta carta en total apoyo de los 60 pacientes crónicos que se han quedado sin su mejor medicina, la «piscina terapéutica».

He seguido de cerca, a través de este periódico, cómo se ha ninguneado y toreado a estos pacientes, la mayoría de edad avanzada y con patologías crónicas e irreversibles (osteoporosis, artritis reumatoide, etc.).

La casualidad hace que conozca a uno de esos enfermos, la señora Encarna Chamizo, pues fui clienta muchos años de su tienda de barrio. Muchos años, trabajando con muchos dolores tras un mostrador, ahora ella y sus compañeros no podrán aliviar esos dolores, porque no hay dinero para la piscina del Hospital Civil, tampoco soluciones (quizás sí para soterrar el metro del señor alcalde y que no le molesten los ruidos en su barrio).

Me avergüenzo de la clase política que tenemos en «mi querida España», sea del color que sea y donde la sensibilidad, la humanidad y la responsabilidad brillan por su ausencia.

Yo también utilizo la «piscina terapéutica», donde vivo en Torrox-Costa, para mi patología y por prescripción médica del doctor López Murciano. Nunca me ha dicho que vaya a un gimnasio, o que corra, eso sí, hago Tai-Chi y camino porque puedo y tengo que hacerlo. Pero la piscina es sin duda la mejor de las medicinas, que a veces sustituyen a los medicamentos que dañan el estómago.

Es vergonzoso que todo un «político de la salud» de la Junta de Andalucía, comunique a estos pacientes en una nota que vayan a un gimnasio o que corran (con sillas de ruedas y muletas incluidas). Me indigné cuando leí el artículo del 18 de mayo. No sé si el delegado de Salud, Daniel Pérez, está capacitado para este cargo. Yo lo destituiría por incompetente, porque lo que demuestra es que se están riendo de 60 pacientes indefensos, mayores y enfermos, y encima no les dan alternativa, como utilizar otras piscinas municipales.

La respuesta que estos recibieron es que «no se puede», eso hay que cambiarlo por sí se puede, pero no se quiere.

Por otra parte, ese informe médico que habla de que no está demostrada su eficacia (la piscina terapéutica), que pregunten a todos los traumatólogos que mandan a sus pacientes con patologías similares a ir a la piscina, piscina, piscina... ¡Qué gran mentira!

A la consejera de Salud, señora Montero, le diría que se informe bien del tema y que no eche balones fuera, que se implique. Quizás cuando lleguen las elecciones vean una solución (por el voto).

A todos los pacientes les doy mi apoyo y que luchen por su salud, que no se desanimen.

Muchos malagueños estamos con ellos. Esto no se puede quedar así, aunque sólo sea por caridad y humanidad. Los ciudadanos tenemos que ayudarnos, porque los políticos son sólo eso, «políticos».

Todo mi apoyo personal y de corazón.

María del Carmen Rodríguez PlazasTorrox-Costa