La mujer de rojo es dueña de la semana. Ceyda Sungur se fue el martes desde la Universidad de Estambul, donde trabaja, al parque Gezi, para unirse a quienes protestan contra la desaparición de ese parque. Se metió en la boca del lobo, que en Turquía tiene el nombre del presidente Erdogan. De sus dientes uniformados recibió, como los demás, alguna dentellada, y de su boca oleadas de gas pimienta rociadas directamente a su cara. Da vergüenza ver a ese policía cebándose en ella con la pistola de gas. Todos no son iguales, el uniforme antidisturbios no iguala sólo oculta y, por ende, esconde la buena acción y fomenta la mala. Ceyda intenta volverle la cara a su agresor, sin aspavientos, de una manera casi elegante, firme en su posición, tan hermosa en su vestido rojo, convertida ya en otra metáfora de dignidad ciudadana y femenina frente al abuso de autoridad…

Huevo de serpiente

Ha sido peor aún la muerte en Francia de ese estudiante antifascista de 18 años por los puñetazos, presuntamente, de «un joven nacido en el sur de España», como advierten demasiados periódicos. Qué desgraciada casualidad. Al huevo de la serpiente le basta un poco de calor y las megas manifestaciones contra el matrimonio homosexual en París se lo han dado. Aún no se sabe si hubo o no intención de matar al muchacho, pero parece acreditado que quienes le agredieron lo hicieron al calor de una tribu ultra, un grupo en el que ser algo aunque sea peor que no ser nada. La crisis siempre es terreno fértil para los extremismos que se alimentan de la ignorancia y para sembrar la tierra herida con la mala hierba. No se puede bajar la guardia. Cuando ésta crece no queda sitio para flor alguna….

Tres comidas

El lunes Leandro Muñoz, de 36 años, se prendía fuego ante la delegación de Bienestar Social en Málaga pidiendo una paga no contributiva. Las llamas que han quemado la mitad de su cuerpo no han servido para iluminar demasiado sus circunstancias. Pero sí al menos para que tengamos claro que aunque los restaurantes de la playa o del Muelle Uno estén llenos los fines de semana, muchos de nuestros vecinos se han vuelto invisibles hasta que saltan por la ventana o se rocían de gasolina definitivamente desesperados. A este respecto me hago eco de una pregunta que me ha hecho alguien concernido con el llamado «decreto de las tres comidas»: qué van a comer los niños que ya se acogen a él en sus respectivos colegios cuando estos cierren por vacaciones en verano. Porque la medida es necesaria, y plausible, pero si no está bien meditada, si se ha aprobado con afán de diferenciarse desde la Junta partidistamente del adversario, sólo será un parche vergonzante….

Mensajes teledirigidos

Pido perdón por la desconfianza, pero es que he visto el vídeo en el que el socialista madrileño Antonio Carmona diserta, yendo de sobrado, sobre cómo aprovechar la audiencia de las televisiones para sembrar la doctrina oficial, la que en cada momento considere el partido. Lo he visto y, claro, me tienta el cinismo. Como no sabía ni papa del caso de los ERE, por ejemplo, debatió en Tele 5 -según confesión propia- «teledirigido» por el mismísimo presidente Griñán: «Tan teledirigido que me mandaba mensajes por whatsapp todo el tiempo, como es natural». Y, claro, como es natural, en las redes se ha difundido el vídeo. Entonces -sorpresa-, Griñán, respondiendo a un tuit del periodista malagueño Agustín Rivera al mediodía del miércoles, negaba tener ni siquiera el teléfono de Carmona. Sin embargo éste, al verse cazado, ha dicho que se ha tergiversado lo de «teledirigido», pero que «antes de ir a un debate en representación de mi partido yo me informo, y en este caso previamente hablando con Mario Jiménez o con Griñán», lo que no termina de dejar ileso a ninguno de los dos. Verdadero o Falso…

Premio a la PAH

Pero cómo no desconfiar cuando se contradicen Griñán -otra vez- y el presidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia. Esta vez respecto a cuál de los dos se pone la medalla de haber ordenado la marcha atrás en la subida de las dietas de los portavoces, aprobada el 20 de marzo por PP, IU y PSOE a la chita callando -se publicó en el diario del Parlamento el sueldo de sus señorías, pero sin especificar el detalle de que llevaba incorporada la dieta recién acordada-. Cómo creer y en quiénes viendo cómo el juez Ruz expulsa al PP como acusación particular del caso Gürtel. Cómo creer en ellos cuando ese juez sigue rogando a bancos suizos que le informen sobre las cada vez más abultadas finanzas de Bárcenas -pero, ¿cuánto dinero acumuló este tipo con pinta de extra en un episodio de Los Soprano?-. A los dirigentes del PP les habrá molestado bastante el desaire del juez Ruz, pero no tanto como a esos populares que han clamado contra la UE por haber otorgado el premio Ciudadano Europeo a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Y es que ven a su bestia negra, Ada Colau, cada vez más blanca. Enhorabuena, Ada... Porque hoy es sábado.