Durao Barroso considera superado el «drama» de España y piropea a Rajoy antes de que pierda la inocencia y refuerce un «lobby» con Francia, Italia y otras naciones. Este núcleo fraccional y crítico tiene tanto sentido que es la «bicha» para los sátrapas de Bruselas, y de ahi la coba. No quedó claro el drama aludido, pues España sufre muchos. No es leve el de un gobernador del Banco de España que dedica su muy bien pagado tiempo a dar dictámenes de polìtica general, en lugar de aplicarse a su cometido especifico si es que va a quedarle alguno con la estructura de controladores prevista en la nonata unión bancaria de la UE. Lo hacía su antecesor, el hoy denostado MAFO, y aún puede ser objeto de imputación judicial. Tampoco es manco el drama de las decisiones judiciales a instancias de un autollamado sindicato facha, inmediatamente recurridas por la Fiscalia. El caso de Blesa, que paga primero una enorme fianza por su libertad y es encarcelado a los pocos días sin posible fianza, pone en cuestion el cacareado «garantismo» de la admnistración de justicia. Acaso merezca Miguel Blesa estar entre rejas, pero esta manera de actuar en un proceso de instrucción bastante opaco genera más alarma social que seguridad. Y mucho más viniendo de quien viene la acusaciòn.

Un sangrante drama español es que quieran desdramatizar desde fuera, por pura conveniencia oportunista, el volumen de población que ha pasado del nivel medio de la pirámide de la riqueza al nivel más bajo, el de la absoluta pobreza. De este nivel ha rescatado China en muy pocos años a 750 millones de personas, ya instaladas en la zona templada. El régimen chino no es precisamente envidiable, pero cuando un sistema liberal produce el movimiento contrario hay que sospechar que está enfermo. En otro sentido, se las trae el drama de una deuda razonable hasta hace poco, disparada muy por encima del 80 por 100 del PIB, nivel paralizante del crecimiento según la Universidad de Harvard. Y que ello ocurra precisamente cuando el resto del mundo empieza a apuntar una nueva fase expansiva.

Hoy, los bancos españoles tienen el doble de capital y la mitad del apalancamiento de hace un par de años, pero el crédito empresarial y el familiar siguen frenados. He aquì otro drama. Como el de unos impuestos que estuvieron bajando desde finales de los ochenta y no hacen ahora más que subir, en claro ejemplo de lo que un gobierno soi disant liberal no debe hacer sin deslegitimarse. O el de las grandes estafas que a veces se resuelven en cárcel pero nunca en devoluciÓn. O el fraude apoteósico, la evasión a cara de perro y, el más dramático -pura tragedia- de un paro gigantesco que hay que obviar cuando se habla de fase expansiva, para que las caras que aún la tienen no se caigan de verguenza. ¿A cuál de estos dramas se habrá referido Barroso?