El cambio de nombre del Hospital Regional Universitario Carlos Haya por el de Hospital Provincial de Málaga no tendría más importancia en sí misma si no fuera porque hacerlo ahora y de las formas que se han hecho es una estupidez. El problema es que con la situación actual se están recortando contratos al 75% o 50% del tiempo. Además, muchos médicos se están volviendo a presentar para realizar de nuevo el MIR porque no se contratan nuevos médicos con un servicio deficiente en muchas áreas y que sólo se salva porque hay médicos, enfermeros, y demás personal que se deja la piel por los pacientes, pero con una gestión pésima que permite que se use la sanidad como arma política arrojadiza. Si nos quedamos en este nimio cambio será como mirar al dedo que señala la luna, lo grave es lo que implica tener un estamento que se llama dirección general de memoria democrática, y pensar que esto cambiará las cosas.

Si se hace un búsqueda en Google solo en el dominio carloshaya.net (que sigue funcionando) comprobarán que «Carlos Haya» aparece más de seis mil veces sólo en su propia página, con lo que cambiar esto y demás letreros va a costar un dineral; y ya puestos si buscan «Francisco Franco» en el dominio juntadeandalucia.es aparece casi trescientas veces. Yo creo que estamos al borde de un golpe de estado fascista.

Por si acaso y si esta es la línea que creen que soluciona todos los problemas que tiene Andalucía, propongo una serie de cambios importantísimos: cambiar ya, pero ya, el nombre de la Avenida Carlos de Haya y por Avenida de la Sanidad, o directamente Avenida del SAS, la Alcazaba que suena muy a árabe, y los árabes nos invadieron tela, le podemos llamar La Fortaleza y al mollete de Antequera que tiene un nombre un tanto militar y discriminatorio hacia el archidonés lo llamaría Pan tradicional mozárabe sin grasa y con poca levadura, mucho más democrático.