Ver que el debate de la gestión de lo público o lo privado se queda en si un impuesto lo subvenciona una institución u otra no es un debate menos profundo que si tomar carne o pescado. Hablar del papel que debe tener la gestión pública es hablar en serio de los casos reales que pasan a diario en este país. Ayer mi amigo decidió cerrar su negocio, era una academia, se ha encontrado casos tan surrealistas como que resulta que el ayuntamiento de turno ofrece los mismos cursos que él ofrecía pero en lugar de por un módico precio los ofrece gratis, perdón gratis no, gratis es lo que el ayuntamiento quiere que aparenten, en realidad los estamos pagando entre todos, entre otros con los impuestos que mi amigo ha pagado para abrir su academia (casi 2.000 solo por abrir en un ayuntamiento de la costa oriental) y el ayuntamiento «gratuitamente» se lo está pagando a un amigo de los que merodean alrededor de según qué concejal para dar esos mismos cursos. ¿Legal? Por supuesto, solo faltaría pero, ¿por qué un ayuntamiento tiene que ofrecer gratuitamente unos cursos de introducción al Windows o de manipulador de alimentos? Donde digo ayuntamiento pongan lo que proceda. Evidentemente mi amigo no va a cerrar la academia por eso pero esta situación pasa todos los días con multitud de negocios. Otro caso real es la multitud de centros asesores de la administración que la propia administración abre para asesorar en distintas materias incluidas las normas que la propia administración establece. Un galimatías, ¿no? Así por ejemplo en el Ayuntamiento de Málaga tenemos la lineaverdemalaga.com, que es una iniciativa para proporcionar un servicio de consultas medioambientales, está el Centro Asesor Ambiental, que es un servicio exclusivo y gratuito de asesoramiento técnico en materia ambiental y también tenemos la lineaverdemunicipal.com, que es un canal por el ahorro energético y gestión RAEE, sin contar con todos los programas, concursos, días de y la agenda 21 Local con La carta verde de Málaga. Sinceramente, yo me lío y creo que no sé hasta qué punto se está metiendo la administración en gastar recursos, en acciones mirando más en lo que queda bien para buscar votos que en lo que realmente es eficaz para el ciudadano. No dudo de que el medioambiente es uno de los pilares de nuestro futuro y tómenlo como un ejemplo, pero la administración debe dedicarse a una tareas muy concretas de control mínimo y favorecer la igualdad de oportunidades, los demás tipos de asesoramientos, exclusivos y gratuitos, déjenselos a la empresa privada, y que los usuarios paguen por ello. Lo que nada cuesta nada vale, y además lo pagamos entre todos.