¿Se gana uno la beca por el mero hecho de no tener recursos, o debe acreditar asimismo que es buen estudiante? Se trata de una cuestión ideológica, en el origen y en las consecuencias. Por tanto son lógicas las dos respuestas, dentro de las respectivas ideologías. Si se parte de la idea de que la beca sirve para establecer cierta igualdad, mitigando la desigualdad de partida, la respuesta lógica es la primera. Si se parte de la idea de que sólo los «mejores» tienen derecho a esa igualdad, es lógica la segunda. En cuanto al resultado: la primera reforzará la igualdad, a costa de la superación. La segunda puede aumentar la tensión de superación, pero reforzará el clasismo. Rajoy cede, pues a su ambigüedad ideológica se añade el pragmatismo: Si por este asunto se le incendia la Universidad a principios de otoño, la trilita del 30% de parados ya tendría un fulminante, y entonces ¡bouumm!