Mario Costeja, defensor del derecho al olvido, al conocer el dictamen del Tribunal de Justicia de la UE: "Me lo esperaba, ir contra Google es como luchar contra Dios". Y así es. Nuestra civilización arranca de un pacto con Dios para poder vivir bajo un modelo de castigo/clemencia. Ahora haríaa falta un nuevo pacto con Internet, cuya ley suprema es esta: allí está todo sobre cada uno, a disposición de todos y por todo el tiempo. Esas son las reglas primarias del nuevo dios que hemos creado, y se nos ha subido a la chepa. No será fácil llegar a un nuevo pacto que limite su poder. Será preferible acomodarse a él, hacernos a la idea de que al final todos podrán saber todo-de-todos-todo-el-tiempo, y evitar al menos que alguien monopolice la información y nos domine/explote. Y a disfrutar de nuestro nuevo estado de individuos en régimen de transparencia plena, sin bolsillos interiores.