Aún es agosto y la calima tropical de Málaga parece de calma chicha, aguaceros de verano aparte, pero las diferencias crecen. El sueldo medio de un malagueño o un almeriense, los peor pagados de España, es de unos 500 euros al mes menos que el de un vasco. El informe de Adecco señala que Andalucía es la región con peor seguridad en el trabajo, la peor de España. La causa es la cantidad de personas que no trabajan desde hace más de dos años, unas 570.000. Eso propicia la explotación y ofende la matemática del agravio comparativo ya que equivale a la suma de parados de larga duración de Madrid, Valencia y Castilla-La Mancha. Para colmo, sólo un 42% de los parados andaluces percibe un subsidio, 4 puntos menos que en el segundo trimestre de 2012, o sea, casi el 58% de los parados en Andalucía no cobra nada. Qué tipo de sociedad fracturada estamos normalizando…

Arde al lado

También es aún agosto en Siria, tan cerca siguiendo la línea del Mediterráneo y tan lejos de esta calma estival. Allí sí están haciendo algo con las cifras de la crisis, exterminarlas. Van dos años de conflicto y no dejan de morir parados o no, ya qué importa, entre esas más de 100.000 personas -según la ONU- que han sido acribilladas entre los malos y los no tan buenos. Al Asad mantenía la paz que tranquiliza a occidente imponiendo una satrapía familiar heredada con cierto maquillaje progresista y trajes caros. La mejor imagen del régimen la aporta su bonita mujer, Asma, nacida en Londres, hija de cardiólogo, y bien preparada. Como primera dama se dedica a «proyectos humanitarios». Para la prensa rosa en Siria es incluso en exceso liberal. Su familia es originaria de Homs, una de las ciudades que más sufre la represión del régimen de su marido. Sin embargo, Asma recibió el premio a la Primera Dama Árabe en 2008, patrocinado por la Liga Árabe, por promover la paz y la estabilidad en la región…

Lo terrible

Islamistas y rebeldes mezclados, armados hasta los dientes, parecen querer otra paz distinta que ésa, pero nos avisan quienes trabajan humanitariamente en la zona devastada de que quizá tampoco sea la de los ideales de tolerancia y modernidad de la llamada primavera árabe, la ilusionante revuelta que aventó el heno que ahora arde incendiado por los oportunistas que quizá también exterminan con armas químicas, como el Gobierno sirio. Armas indiscriminadas como todas pero un poco más. Armas que les vendió alguien, como todo el mundo que se las vendió sabe. Intervenir en la zona militarmente provocaría el caos, advierten unos. No hacerlo deja indefensos a quienes siguen muriendo, niños incluidos, y hace poco o nada por quienes ya han muerto inocentes. Querer saber más, observar reunión tras reunión de la ONU, analizar la amenaza de Obama (no tanto por humanitarismo como por cumplir la advertencia dada por EEUU de que quien empleara armas químicas sería atacado), observar el rearme de Israel, inquietarse por la flota antisubmarina movilizada por Putin como advertencia a la advertencia americana, y comprobar que las cifras de parados y de trabajadores son cada vez menores en las ciudades cargadas de historia de la vieja Siria… Terrible.

De 41 a 5

Aquí sólo se eliminan modalidades de contratos, como aconsejó la UE. Hemos pasado de 41 a 5 bajo la rúbrica de Fátima Báñez, la ministra de Trabajo que sonríe en el país del no trabajo. Contenta con la reforma laboral impulsada por su Gobierno, la que según la ministra crea trabajo y facilita las contrataciones. Pero un análisis riguroso de las cifras del paro no produce esa alegría, al margen de lo que va de suyo que opinen empresarios contentos y sindicatos descontentos. Desde que gobierna el PP no se ha producido un descenso del paro, al contrario. La esperanza de que cuando gobernase Rajoy, según Rajoy, todo se arreglaría también ha emigrado. La situación económica y laboral de España cuando Zapatero perdió las elecciones no facilitaba creer en polvos mágicos, aunque nos los prometieran. Los parados de larga duración de cierta edad y los jóvenes que se incorporarán tarde a una cotización difícilmente normalizada en un mercado laboral precario, pagarán caro el monocultivo del ladrillo, el derroche inducido y la corrupción propiciada.

Siempre felices

Es verdad que parece que algo se mueve en nuestra economía. Lo cuentan en los polígonos quienes no se han arruinado del todo y ya no dependen de los bancos que tan mal hicieron su trabajo y ahora ni lo hacen. Me lo contaban esta feria algunos taxistas animados que han visto aumentar en Málaga capital el turismo extranjero, a pesar de la bajada del nacional por la crisis. Lo gritan los desencantados que ya no van a firmar al INEM, y quienes se han ido fuera a buscarse la vida y aceptan otra vez casi cualquier cosa para salir adelante. Todos esperanzados de ver cómo siempre hay luz al final del túnel, aunque haya que salir de él escalando. Felices de que España no sea Siria… Porque Hoy es Sábado.