Nombres de cementerios y calles. Si los cementerios, como todos sabemos, se han construido para acoger restos de personas con diferentes identidades y diferentes creencias o ninguna, ¿Por qué se siguen manteniendo nombres que pertenecen al santoral de la iglesia católica? He aquí algunos nombres tomados de Internet: En Madrid: Nuestra Señora de la Almudena. En Jerez de la Frontera: Nuestra Señora de la Merced. En Alcoy y Sanlúcar de Barrameda: San Antonio Abad. En Granada: San José. En Sevilla y Jaén: San Fernando. En Casabermeja, Málaga: San Sebastián. Uno en Castilla-León: San Atilano. En Canarias: Santa Lastenia, San Bartolomé de Tirajana, San Juan Bautista, San Rafael y San Roque. En Extremadura: San Juan de Badajoz. En Zaragoza: San Antonio de Padua. En Almería: San José. En Málaga se llama Parcemasa. Es aconfesional. Sin embargo, sus dos capillas son y están adornadas con temas católicos.

Con muchísimas calles de nuestro país pasa lo mismo. Enumerarlas sería un trabajo entretenido, pues existen gran cantidad de nombres de santos y vírgenes. ¿Podrían cambiarse del mismo modo con el que reemplazan las dedicadas a los duques de Palma y las que hacen alusión a la dictadura? En 1978, con la constitución, España se convirtió en un país aconfesional: Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Constitución Española, art. 16.3 ¿Cuándo se va a poner en práctica este artículo?

Isabel Pavón Vergara,Málaga