En una entrevista, el embajador de USA en España pasaba de puntillas sobre el supuesto «antiamericanismo» (mejor decir antiyanquismo) de los españoles. Supuesto que exista, no faltarían razones. Como factor remoto, la Guerra Hispano-Yanki, que hace más de un siglo liquidó los restos del imperio español. Un imperio emergente ultimó a otro en la penúltima decadencia. Como factor próximo, el apoyo de USA a Franco, a cambio de las Bases (ayer fue su 60º aniversario), que prolongó la dictadura por más de dos décadas. Pero agravios aparte, ¿somos de veras «antiamericanos»? Hacemos nuestro cuanto nos llega de allí (que es casi todo) sin resistencia alguna, adulamos a sus figuras, imitamos sus gestos y educarse en USA es hoy el primer signo de estatus social. En el fondo del fondo somos una colonia que más bien parece gozosa de serlo. Simplemente nos gustaría que nos miraran y nos vieran.