A la secretaria de Malaya

La secretaria a la que tanto queremos se nos va a la Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Málaga.

Doña Inmaculada Núñez Pedraza se va con un trabajo y una mochila llena de buen hacer, de anécdotas surgidas a lo largo del desarrollo de este procedimiento, de mejor conciliar, sabiendo solucionar los problemas que día a día se nos iban planteando en el caso Malaya.

Solo las personas que hemos estado día a día y codo con codo en esta macro causa, sabemos cuánto bien ha puesto ella en este caso. Llegó en julio, dos meses antes de comenzar el juicio más grande que hemos tenido en España hasta ahora; como es natural con múltiples problemas en un tema tan extenso, problemas que fue sorteando como ella solo sabe hacerlo.

En ella nunca ha habido una mala cara, ni un mal gesto, su entrada y sus buenos días eran: «¿Qué tal estáis? ¿Hay algún problema?». Era como decirnos «no os preocupéis que aquí estoy para ayudaros». Si necesitábamos algo, ése era su cometido en el día a día, no parando hasta dar solución al mismo.

Nos consta que tanto letrados, procuradores y procesados han tenido en ella un hilo de conducción con el Tribunal y con la oficina que le ha servido para ganarse el respeto y la consideración más absoluta de todos.

Si tenía que ausentarse por algún curso o incluso días de asuntos propios no desconectaba siempre por muy lejos que estuviese estaba conectada a nosotros por mensaje telefónico, por internet, etc, se iba dejando atado y bien atado todo lo que estaba pendiente.

Es una psicóloga magistral; ya nos conocía cuando entraba y nos veía sabía cuando había algún problema y siempre nos puso su hombro cuando lo necesitabas por problemas no solo de trabajo sino familiares o por enfermedad que, como es lógico, tuvimos en tan larga trayectoria.

Siempre tenía y sigue teniendo confianza en nuestra labor, apostaba por ella porque ella más que nadie nos has visto pasar tardes y a veces parte de noche en esta oficina para poder sacar nuestro trabajo adelante. El Tribunal cuando decía «esto quiero» tenía la completa seguridad de que lo llevaríamos a cabo, y ella con nosotros. Gracias por esas coca-colas que nos has subido cuando eran las 10 de la noche y llamabas a Seguridad para que no nos apagaran la luz. Y, sobre todo, gracias por defendernos; cuando algo no iba lo bien que hubiésemos querido «solo tú» sabes cuánto empeño hemos puesto las dos interinas que hemos estado llevando el caso Malaya desde que vino a la Audiencia, porque tú has visto la voluntad y el empeño que hemos reunido quitándole tiempo a nuestra familia, nuestros quehaceres diarios y nuestro tiempo libre, para que esto dentro de nuestra humilde aportación saliese adelante y lo mejor posible.

Ojalá te vaya bonito por cualquier dependencia judicial que pises y que vayas sembrando tu eficacia, tu buen hacer y tu entendimiento con todo el mundo que te rodea, cosa que sabemos no será difícil porque va con tu persona.

Llegaste en verano para traer el calor conductor a este caso y te vas en otoño con la publicación de la sentencia de Malaya. Ten por seguro que llevas un magnífico trabajo hecho y dejando a dos funcionarias interinas que al igual que el resto de compañeros que han pasado por aquí siempre verán en ti a la secretaria judicial que hizo un buen equipo y mejor trabajo, lo cual merece un reconocimiento sincero.

Sabemos que tu labor seguirá en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga, en donde nos consta que están esperando con los brazos abiertos porque nuestros compañeros saben cómo eres.

Éste es el nuestro (sencillo pero sentido de corazón) porque en ti encontramos siempre la palabra de aliento en algún momento de bajón y ese impulso para seguir avanzando en nuestro día a día de este caso Malaya. Gracias siempre. Gracias.

Te queremos, doña Inmaculada.

Remedios Ramírez Luque y Flora Cosano Cabezas. Málaga