Las dos estrellas de la constelación Géminis se llaman Cástor y Pólux. Vista en el cielo es una constelación sencilla y firmísima, en el conjunto más bien caótico del firmamento nocturno, pero a la luz de la mitología esa firmeza encubre una gran variabilidad. De hecho lo más característico de las personas a las que se supone regidas por el signo es que suelen ser impredecibles, y su carácter cambia constantemente. Además Cástor y Pólux compartían el don, otorgado por el mismísimo Zeus, de estar vivos y muertos, o ser a la vez dioses y habitantes del Hades. La plataforma Castor sin duda no recibe el nombre de Cástor, sino de la habilidad del castor para construir en el agua, pero el acto de nombrar no es inocente, y los nombres arrastran su propia memoria, que antes o después se manifiesta. No se puede pedir a los geólogos que tengan en cuentas estas cosas, pero luego pasa lo que pasa.