En el balance del también penoso año 2013 para el Club Baloncesto Málaga, el subidón anímico que supuso el pase al Top 16 quedó empañado por los parcos resultados cosechados por el equipo en la competición nacional, con derrotas frente a rivales como Gipuzkoa Básket, Río Natura Monbús y CAI Zaragoza, que en buena lógica tendrían que haber engrosado las listas de caídos frente a las huestes de Joan Plaza.

La victoria en Fuenlabrada frente a los conocidos Cabezas, Panko y Mateo puede servir de bálsamo, pero tampoco podemos hablar de un antídoto milagroso y que haya conferido esa dosis de dureza y buen juego que todos queremos para el equipo. Pero aunque fuera un partido que se terminara decantando al final y con el marcador casi permanentemente igualado, es buena noticia para la etapa que ha de encarar el equipo sin posibilidad de tomar mayor aliento.

El comienzo de la segunda fase de la Euroliga trae hoy a otro conocido: Sergio Scariolo. El exentrenador visita Málaga por primera vez en partido oficial desde que dejó el banquillo cajista. El encuadre de los malagueños en el Grupo E del Top 16, a mi parecer verdadero «grupo de la muerte» junto a otros dos equipos españoles (FC. Barcelona y Laboral Kutxa) puede quitarle en cierto modo la vitola de Liga Europea a esta competición, pero ello creo que lo dota de mayor dureza. Los otros componentes del grupo son los turcos del Fenerbahce-Ulker y Anadolu Efes, los dos grandes de Grecia -Olympiacos y Panathinaikos- y el exequipo de Scariolo, el Emporio Armani Milán. Todos son a mi juicio más fuertes que los del otro grupo, el F, que engloba a Real Madrid, Maccabi Tel Aviv, CSKA Moscú, Galatasaray, Zalgiris Kaunas, Lokomotiv Kuban, Partizán y Bayern Múnich.

Alguien me puede decir que el reparto de equipos se realiza de forma equitativa, pero aunque las comparaciones sean odiosas, pensar que los equipos clasificados en tercera y cuarta posición que caen en el grupo del Unicaja (Barcelona, Efes y Panathinaikos) son equiparables a los del otro (Zalgiris Kaunas, Lokomotiv Kuban, Partizán y Bayern) es ser muy optimista. Aunque los alemanes sean líderes de la Bundesliga, los otros cuatro están lejos de lo que se pretendía en su momento, con Lokomotiv y Partizán participando en competiciones supranacionales -los rusos en la VTB y los serbios en la Liga Adriática-, no están tampoco en cabeza, siendo los de Marcus Williams y Krunoslav Simon terceros en el grupo A que encabeza el Unics Kazan y los de Belgrado están tras sus vecinos del Estrella Roja y los del Cedevita de Jasmin Repesa. La situación del Zalgiris es mucho peor. Los antiguos pupilos de Joan Plaza tienen una graves crisis económica y renunciaron a participar en la VTB con equipos de la antigua Unión Soviética, Polonia y la República Checa. No obstante, el participar en la floja LKL no le ha dado tampoco buen resultado, ya que ocupan una pobre séptima posición (hay once participantes).

Estar en un grupo o en otro tiene también otra lectura: aunque haya que atender al análisis en tono de queja que pueda hacerse sobre la distribución de los rivales también podría leerse esto en tono positivo, ya que de pasar al cruce previo a la Final a Cuatro, los principales rivales estarían en la otra parte del cuadro. Aunque hablar de rivales «asequibles» entre Real Madrid, CSKA Moscú o Maccabi Electra sería algo temerario. Pero, si como queremos, el equipo malagueño consigue meterse entre los cuatro mejores de su grupo, hablaríamos de tener una alegría más que cercana.